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sábado, 19 de julio de 2008

La mejor recompensa


Mucho mejor que la paga extraordinaria de julio.

Una llamada de teléfono la semana pasada, una voz amable que pregunta por la Asociación La Buena Leche, una mujer feliz por el nacimiento de su primera nieta y a la vez preocupada por la angustia y decepción de su hija en su primer parto, un parto que esperaba fuera natural y resultó ser por cesárea, intervención que no entraba en sus planes ni en los de su marido. Luego vino la separación del bebé y la madre durante 8 horas ¿porque algo fue mal? ¿por el bajo peso de la criatura? No, todo era perfecto, excepto que no había camas libres en la planta reservada para parturientas, y a la nueva mamá le asignaron una habitación en otra planta "sin personal preparado para atender al bebé".

Una espera interminable, pero por fin llega el momento del encuentro y el deseo de sentirle en su pecho. "No lo agarraba bien, no abría la boca como ponía en los libros, solo quería dormir, no tenía hambre... o igual es que lo estaba haciendo mal, yo no supe aconsejarle porque en mis tiempos era todo tan diferente a lo que ella ha leido...". Lo intenta de nuevo cuando el bebé llora, pero "sólo agarraba el pezón y se desesperaba porque no había leche".


Quedamos en mi casa ese mismo día para conocernos, me presenta a su hija y a su nieta. El bebé llega dormido; la mamá tímida, agotada, pregunta si le despierta; tenemos toda la tarde, así que charlamos mientras termina su siesta. "De uno de los pechos me saco leche y se lo doy con biberón hasta que se me vaya curando la grieta", "no sé si al final de daré de ése porque una enfermera me dijo que tenía un pezón muy pequeño". "Gana peso muy lentamente ¿crees que debo darle cada tres horas e incluso cada dos y despertarle de noche como me dijeron en el hospital?


Llega el momento de ponerle al pecho, unido a la tensión de la madre al recordar el dolor que produce el contacto con las grietas. Le ayudamos a acomodarse y esperamos hasta que ella está preparada. No se atreve a comenzar con el pecho más dolorido, pero lo intenta con el otro mientras cierra los ojos y sube los hombros. La niña mete el labio de abajo durante el agarre, rompemos la succión con permiso de la madre y lo intentamos de nuevo. Así varias veces, corrigiendo la postura y aprendiendo todas juntas. Los ojos de la madre abiertos mirando al bebé, los hombros cada vez más relajados... "parece que esta vez ya no me duele".

Pero cuando el bebé suelta ese pecho aún no está preparada para intentarlo en el otro, y decide seguir usando el sacaleches y dárselo con jeringuilla hasta que cure la herida.


La abuela, atenta a todas mis palabras y respetuosa, me agradece el tiempo que les he dedicado y quiere pagarme algo, le cuesta entender que sea una labor voluntaria y aún se extraña más cuando le corrijo porque cree que soy matrona o enfermera ¡¡¡ pero si soy peluquera !!!

Les despido feliz desde la puerta de mi casa: el bebé satisfecho y dormidito, la madre relajada y confiando en ella misma, y la abuela con una sonrisa en los labios.

Ya sé que muchas personas no entienden mi satisfacción, pero ¿no es esta la mejor recompensa?


Así que agradezco a todas las abuelas, mamás y bebés que me hacen sentir tan bien, orgullosa de lo que hago, que me dan la oportunidad de transmitir mis conocimientos sobre la lactancia, un aprendizaje conseguido gracias a mis dos hijos, a muchas otras madres que acuden a nuestro Grupo de Apoyo, a mis compañeras, así como a los y las profesionales que creen que queda mucho por mejorar y se esfuerzan por hacerlo.

10 comentarios:

  1. ¡Qué bonito,numero3! Yo que estoy ya "a punto" de verle la carita a David, casi me pongo a llorar al leerlo...

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  2. ...Y tanto que es la mejor recompensa. Yo me he emocionado sólo con leerlo...

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  3. Me ha gustado mucho el relato qué nos has hecho Marta es muy bonito y muy entrañable ,te felicito por la buena labor qué estais haciendo ANIMO y sigue así..
    UN BESO

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  4. No quería provocar inundaciones, pero si eso es lo que produce mis palabras, me uno al llanto de emociones, que a mí con poco me vale para empezar.

    Patty, no sabía que se iba a llamar David tu bebé, me hace ilusión que sea el mismo nombre que "mi niño". Te contaré un secreto, de esos a voces: desde que fui a Italia hace...17 años...y le ví el tipazo a "El David" de Miguel Ángel no me pude resistir.
    Tú ya tienes a Miguel y a David; te falta Ángel, jeje

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  5. Sí, que guay relato, que guay que lo consiguieran, también mi sobrinico Lucas prueba la leche de teti, su hermana Raquel tuvo menos oportunidades por temas de hospital y desconocimiento quizás de la madre(mi hermana), que en alguna ocasión pensó de mí que "rara secta"andaba que recomendaba leche a Alvaro hasta dos años...pues es el día de hoy, que el otro día, me llamó a consultarme sus dudas...y creo que se las supe resolver...a ver si siguen teniendo suerte todos los bebés que nacen con sus tetis...

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  6. Ana, mi enhorabuena por haber sido tía.
    Tu hermana tiene muchas suerte de poderte llamar y consultarte dudas o recibir tu apoyo en temas de lactancia y crianza; tu experiencia con Álvaro le va a enseñar más que todo lo que pueda oir o leer por ahí, y más aún si con su primer bebé no le fue bien.

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  7. Ya, es una suerte tener una buena consejera. Yo ahora estoy mucho más tranquila porque espero esta vez no tener ningún problema de lactancia, pero si eso ocurre como ya sé a quien acudir... pues todo estupendo!! Gracias a todas las madres con buena leche!!

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  8. Felicidades por tu exposición Marta. Yo si entiendo tu satisfacción porque la he experimentado en algunas ocasiones y es, exactamente, como tú lo cuentas.

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  9. jope, estoy orgulloso de ti, que tambien me has emocionado

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  10. Gracias por hacer lo que haces, es una satisfacción ayudar al prójimo, al menos para mi lo es, otra vez mil gracias.
    En cuanto a las separaciones de la residencia... es lamentable e ilegal pero es el pan nuestro de cada día, cualquier escusa es buena para separar a madres de bebés, cuando no es la saturación es el streptococo, cuando no el azucar, o que el bebé pesa poco, o pesa mucho o que llevas mucho con la bolsa rota (que a veces te rompen ellos) o que te han inducido o que las aguas estaban teñidas. Si está probado por numerosos estudios científico lo nocivo que es la separación y tenemos un hospital a 100 km con más partos y en el que sólo separan cuando es necesario (en contadas ocasiones)¿por qué en este hospital siguen anclados en el pasado? ¿cuándo abrirán los ojos de una vez?

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