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domingo, 21 de julio de 2013

ESCUCHAR CON MÁS DE UN SENTIDO

   En el extenso mundo de la crianza, como en otros momentos, lugares y circunstancias de nuestra vida, cometemos el error de no escuchar a la persona que tenemos delante ( al igual que a veces no nos escuchan a nosotras), lo que implica un juicio previo en nuestra mente y, peor aún, que ese juicio u opinión se convierta en palabras, dañando al que tanto necesitaba ser escuchado.
   Este artículo me ha gustado, aunque parezca uno más de todos los que se escriben sobre "diferencias entre pecho y biberón". Explica y resume el por qué de muchas lactancias fracasadas; algunas que ni siquiera llegaron a su principio. Y da información pasada y presente.
   Así que, para las que llevamos años rodeadas de madres lactantes, y con una larga experiencia propia, puede parecernos "más de lo mismo", pero también nos recuerda que hay mujeres que siguen necesitando ser escuchadas y todas tenemos que seguir intentando ESCUCHAR con los oídos, ojos, manos y corazón.
Y permitidme que lo extienda a nuestros hijos e hijas adolescentes. A algunas, es lo que nos toca vivir y disfrutar ahora.

Os dejo el artículo completo y el párrafo que quisiera destacar:

"—Si tienes una madre delante de ti que te confiesa que no quiere dar el pecho porque eso le supone momentos de ansiedad, desazón (por fracaso, presiones, comentarios...) ¿qué le dirías?
—Antes de decirle nada, escucharía. Mucho tiempo y atentamente. Y cuando la madre dejase de hablar, la animaría a seguir hablando un poco más. Hablar de esos sentimientos con una persona que empatiza contigo porque ha pasado por ello o por algo parecido, ayuda muchísimo a la madre.
Si una mujer me busca para desahogarse, estoy ahí para ella. No es mi función convencerla de nada, sólo escucharla, comprenderla y animarla. Creo que no hay nada concreto que se pueda tomar como base para decirle a todas las mujeres en esta situación. Hay que escuchar su historia, eso es lo más importante.
Solo en el caso de que me lo pida, intento explicarle lo que puede estar sucediendo en su caso para que la lactancia no salga adelante. Y si la madre me pide ayuda para seguir adelante con su lactancia, le ofrezco apoyo para intentar solventar esos problemas. Lo que esté en mi mano, claro. A veces, muchas veces, las dificultades reales no tienen que ver con la lactancia en sí, sino con el entorno. Si la madre me pide ayuda para destetar, también le ofrezco mi apoyo."

5 comentarios:

  1. Con lo que no estoy muy de acuerdo es con el título del artículo. No creo que sea una lucha de nadie contra nadie. Simplemente existen dos opciones y a veces no sabemos respetar a las que han elegido lo contrario a lo nuestro. Más, cuando no lo han elegido ellas.

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  2. Hola Numero3, no entiendo tu comentario,solo me cabe pensar que has leido LUCHAR, en vez d ESCUCHAR....Podria ser eso??

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  3. Nooo, jejeje, es que he equivocado la palabra "guerra" con "lucha" porque el artículo se titula "La guerra entre el pecho y el biberón".
    Mi primer comentario es un complemento al texto de la entrada ya se me olvidó añadirlo.
    Así como enviar un abrazo a todas las madres, sin excepción.

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  4. Que bonito y que sano es escuchar al prójimo... Cada cual tiene sus necesidades y sus opiniones, pero si no escuchamos dificilmente llegaremos a conocerlas.
    Gracias por compartir.

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  5. Estoy con Número3 en que el título del artículo hace pensar que hay algún oscuro interés en crear una guerra que no existe. Es habitual escuchar que los grupos de lactancia están formados por mujeres extremistas y fanáticas que quieren convencer a toda costa a las demás de que de teta y no biberón.

    Si de algo estoy agradecida a La Buena Leche es de que me ha dado la oportunidad de aprender a escuchar un poco más y, por tanto, a respetar las decisiones y el ritmo de l*s demás. En este momento creo que es de las cosas más importantes que podemos necesitar y ofrecer: escuchar desde el corazón y con todos los sentidos volcados.

    Isabel

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