Te has ido pronto, discretamente, como tú eres. Dejando un gran número de corazones con un poquito de ti. Poniendo el tuyo en cada cosa que has hecho, cada actividad elegida, cada mujer atendida, cada criatura recibida. Todo lo has hecho con amor y por amor.
Valientemente, decidiste ser la primera matrona en Cantabria que atendía partos en casa, cubriendo un hueco y unas necesidades que llevaban años esperándote. Acompañando con dulzura y respeto.
GRACIAS, MARÍA.