Un día, una
mañana… un impacto…
No creía posible que mi propia hija mayor,
de casi 5 años, fuese capaz de asombrarme tanto… Si me acuerdo bien, fue un
sábado. Me levanté prontito para poder asistir a una charla sobre el parto
respetado. Cuando llegué, como siempre, mis peques se pusieron a jugar hasta
que empezó la charla.
Vieron que mamá se había sentado a escuchar
y corrieron para amontonarse encima de mí. Hasta aquí todo iba como siempre… la
peque se puso a mamar, la mayor jugueteaba por ahí y yo intentaba captar lo
máximo posible de la valiosa información.
Y entonces fue el momento de mi
impacto personal e íntimo (aquí es el lugar donde debo concretar que mi hija mayor
mamó solo un mes y medio y no tiene ningún recuerdo de aquellos pocos días). A
mi lado había otra mamá que, igual que yo, quería escuchar y que a la vez
estaba dando el pecho a su hija de 18 meses. En aquel momento vino su hija
mediana de 4 años y medio que también quería „la teti“. La mamá manejaba el tándem
estupendamente. Fue entonces cuando me fijé en mi niña mayor… Me estaba mirando,
y en sus ojos vi mucha curiosidad y que no se atrevía a decir lo que tenía en
la mente… Se acercó y dijo: "Mami, ¿puedo yo también tomar de tu tetita?" 1 segundo… 2
segundos… 3 segundos… 4… No supe cómo reaccionar… En mi corazón se juntaron
sorpresa, ilusión, recuerdos… De repente volví 5 años atrás y me veía con ella
en brazos, mirándola cómo mamaba… 5 segundos, 6 segundos…
Cuando ya fui capaz de coger aire y abrir
la boca, le dije que si ella de verdad quería probar de la leche de mamá, le
daría encantada. Con inseguridad se sentó enfrente de mí y me miraba con sus
ojos bien abiertos. Le explique cómo tenía que abrir la boquita y se puso a
mamar… Fue como si tomara el pecho por primera vez en su vida… En realidad fue
bastante doloroso porque ella nunca aprendió a mamar correctamente: la razón
por la que de bebé tomó el pecho tan poco tiempo. Me dolía, pero no quería pararla, no quería
que se sintiese mal por hacer daño a mamá… Bueno… al menos unos instantes. Después la tuve que quitar porque el
dolor se volvió muy fuerte. Soltó la teta y me miró. Fue un momento un poco
cómico, porque ninguna de las dos sabía muy bien cómo reaccionar… Vi la sonrisa
en su cara y ¡me alegré mucho! Le pregunté que si le había gustado el sabor de
la leche de mamá y me dijo que no era como su leche de vasito, pero que era
dulce y que sí, le había gustado. Le pregunté por si quería intentarlo de
nuevo, pero me dijo que quizás en otro momento.
Empecé a pensar… ¿Qué le ha
provocado esta necesidad? Si no ha estado mamando mucho tiempo… ¿Será porque ha
visto a la otra nena y simplemente le ha surgido la curiosidad de cómo es? ¿O
será a un nivel muchísimo más profundo…? ¿En algún lugar en su cerebro se ha
quedado este "vacío" al no poder a amamantarse y sufrir
un destete cuando solo tenía 2 meses? ¿Será otro tipo de necesidad? ¿…de
sentirse amada? Pensará: „Como siempre mamá esta con mi hermana pequeña en la teta,
puede que la quiera más que a mí…“ Fueron solo unos instantes, y cuántas preguntas han provocado. Cuánto me
gustaría saber que ocurría en esta pequeña cabecita. Hasta el día de hoy no ha
vuelto a pedirme más teta… creo que aquel día supo que me hacía daño y por eso
no se lanza de nuevo, aunque en el fondo sí le gustaría probar de nuevo…
Esta experiencia me marcó y cambió mi punto
de vista sobre la frase "Solo los bebés necesitan tetita". Hoy en día la sociedad es demasiado
cruel y cerrada en los marcos de los tabús. Si solo fuera posible que nadie te
mirase raro por intentar consolar a tu hijo (que ya no es un bebé) dándole la
teta… y si solo fuera posible que el mundo abriese más su mente y viese que la
teta es mucho más que una forma de alimentar… Sí, sabemos que es mucho más que
eso… para los bebés es casi todo lo que existe en su mundo, pero ¿y qué hay de los
niños y niñas mayorcitos? ¿Solo porque ya no son pequeños deben perderse la
oportunidad de conectar con su madre, de sentir ese apoyo emocional? ¿Quién
dice que es suficiente consolar a tu hijo solo con un abrazo? ¡Qué injusto me
parece! Si solo fuese posible amamantar sin barreras…
Victoria Mitova
No hay comentarios:
Publicar un comentario