domingo, 29 de diciembre de 2019
sábado, 21 de diciembre de 2019
viernes, 29 de noviembre de 2019
La Buena Leche también baila contra la violencia sexual
Desde CAVAS Cantabria (Centro de Asistencia a Víctimas de
Agresiones Sexuales) nos invitaron a participar, como mujeres y como
asociación, en el acto "Bailamos contra la Violencia Sexual",
celebrado el pasado día 24 de noviembre en Santander. Y nosotras que
somos muy animadas, y allí donde nos requieran acudimos para ayudar, nos
animamos a participar en esta actividad con un taller infantil de
"Pintacaras, pintapanzas y pintatetitas".
Aunque el tiempo no fue ideal para estas dos últimas... Caracterizamos a un montón de peques que se acercaron por allí, además de alguna mamá que le dio envidia. La actividad fue todo un éxito y no paramos durante toda la jornada de dar color a este día casi gris.
El
evento comenzó con la lectura del manifiesto, dejando patente la lucha y
el largo camino que aún nos queda por recorrer contra esta lacra que es
la violencia sexual; y seguido se dio paso al " flashmob" con una
animada batucada de la mano de Tribuk Percusión, a la que por supuesto
se unió una de nuestras compañeras, Yolanda, demostrando ser una experta
en baile y coordinación. ¡Se dedicó a fondo y lo hizo genial!
Además, para darnos más a conocer, teníamos en nuestra mesa materiales variados con información sobre la importante labor que realizamos y los encuentros mensuales a los que se puede acudir en toda Cantabria. También, Consuelo Gutiérrez, Directora General de Igualdad y Mujer en Cantabria, se acercó a saludarnos, ya que hace unas semanas acudió a la inauguración de nuestra exposición fotográfica en Castro Urdiales, donde acordamos una próxima reunión que volvimos a recordar con entusiasmo y que se llevará a cabo en breve.
Estamos más que orgullosas y emocionadas con esta colaboración con CAVAS, que nos demuestra que la unión entre mujeres es capaz de hacer vibrar... ¡A gran parte de Santander!
¡Bien por nosotras y bien por ellas!
miércoles, 27 de noviembre de 2019
domingo, 17 de noviembre de 2019
Participamos en la Jornada contra la violencia sexual el domingo 24 de Noviembre
El próximo domingo, 24 de noviembre, participaremos en la Jornada contra la violencia sexual organizada por la asociación CAVAS en el anfiteatro del Centro Botín en Santander. Allí pondremos un stand de La Buena Leche con información relativa a nuestras actividades, y también tendremos un taller de pintacaras, pintapanzitas y pintatetas para las menos temerosas del frío. Os animamos a participar a grandes y pequeñas de 12:00 a 14:30.
jueves, 7 de noviembre de 2019
Medidas adecuadas para mujeres reales
Estos podrían ser casos ficticios de mujeres no reales. Lamentablemente no es así. Todas las historias que compartimos a continuación pertenecen a mujeres de carne y hueso. Todas ellas son mujeres reales de nuestro entorno. Madres que con mucha dedicación y esfuerzo personal han logrado “mal conciliar” su maternidad con sus vidas laborales, y que han querido colaborar con La Buena Leche compartiendo sus experiencias durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna para visibilizar las dificultades a las que han debido enfrentarse durante esta etapa de sus vidas, y en las que muchas de nosotras podemos vernos reflejadas. Gracias por compartir parte de vuestras vivencias y por dar voz a otras muchas mujeres.
Montse es madre soltera. Lactancia hasta los 18 meses.
Nos complace ver cómo en algunos lugares de trabajo a las madres se les permite emplear su descanso para amamantar a sus bebés y así permitir que la lactancia continúe.
¡Enhorabuena a Montse por visibilizar el acto de amamantar en un lugar tan emblemático como un centro escolar!
Hacía reserva en el congelador en dos cajones para que en mi ausencia le ofrecieran mi leche. Cuando se acabaron las reservas de la leche que yo tenía almacenada, no me quedó más remedio que ofrecerle leche artificial a mí bebé. Ese mismo día acabamos en las urgencias del hospital. Diagnóstico: alergia a la proteína de la leche de vaca.
El permiso de lactancia se lo cogió mi marido siempre porque en mi trabajo me recomendaban incorporarme por ser una de las épocas de más facturación del año…"
Tener a una pareja que te apoye es fundamental. Que en el lugar de trabajo no vulneren tus derechos y además exista un lugar para extraerse la leche es muy importante para mantener una lactancia exitosa. Lo ideal sería no tener que extraerse la leche en el baño, sino en una sala cómoda y discreta donde la madre se sienta a gusto y tranquila, pero sobre todo que reúna las condiciones higiénicas adecuadas.
Jess. Emprendedora.
El trabajo desde casa es otra opción a valorar para poder llevar a cabo una lactancia larga y placentera. No está libre de inconvenientes y requiere de una organización minuciosa de los tiempos de trabajo, aunque desde luego es una alternativa más a la hora de conciliar crianza y trabajo. Las ayudas públicas al autoempleo son fundamentales para impulsar este tipo de iniciativas empresariales.
¡Enhorabuena Jess!
Ainhoa. Madre de familia numerosa.
Los horarios de trabajo estrictos y poco flexibles dificultan la lactancia materna y llevan a muchas madres a abandonarla. Si en la empresa de Ainhoa se hubiera entendido la importancia de esta etapa y se le hubiera concedido una jornada continua o más flexible, seguramente su lactancia habría podido extenderse durante más tiempo, en beneficio tanto de ella como de su criatura.
Almudena. Tripulante de vuelo.
"Me reincorporé al trabajo cuando mi hija tenía 7 meses. Soy tripulante de vuelo, lo que implica pasar semanas fuera de casa. Me sacaba leche y la tenía que tirar porque no tenía forma segura de almacenarla. Estaba en mi habitación cada cierto tiempo sacando y tirando leche...
Conseguimos mantener la lactancia hasta los 14 meses aún estando separadas hasta 15 días. Cuando volvía a casa se lanzaba a mí y la leche me subía de tal forma que mientras mamaba de un pecho goteaba del otro. Dejé en esos 7 meses el congelador cargadito de bolsas de leche para que siguieran dándole mi leche. Lo logré, pero no porque fuera fácil, sino por mi esfuerzo y voluntad".
Cuando nuestro trabajo implica pasar días fuera de casa, amamantar a nuestras criaturas se vuelve complicado, aunque no imposible, y lo demuestra la historia de Almudena. Aun así, creemos que para una madre trabajadora las 16 semanas de baja maternal que prevé la ley no son suficientes para cubrir las necesidades nutricionales de sus hijas e hijos. Si Almudena hubiera podido reincorporarse al trabajo más tarde o en otras condiciones, no habría tenido que separarse de su bebé tanto tiempo, su esfuerzo habría sido menor y su lactancia más placentera.
María G. B. Trabajadora del sector sanitario.
Cuando me reincorporé, tuve que conformarme con una reducción sin elección de horario, porque las que habían sido madres antes que yo tenían copados los turnos a su conveniencia, lógicamente, y ya no quedaba sitio para nadie más."
Si las jornadas laborales de María hubieran sido flexibles o continuas, posiblemente habría podido seguir trabajando sin necesidad de optar por una excedencia, y así conciliar crianza y trabajo.
Laura. Fisioterapeuta autónoma.
Cuando nació, mi trabajadora tuvo que dejarme por motivos ajenos y entendibles desde mi punto de vista, a día de hoy somos amigas incluso... Y a ésta la sustituyó una nueva trabajadora. A pesar de ser autónoma me compensaba estar de baja, EMOCIONALMENTE. Tuve que incorporarme antes de que se me acabara la baja ya que la segunda trabajadora enfermó y me planteé el volver antes. No habían pasado más que 3 meses.
Mi idea de dedicarme más a mi maternidad que a mi propia empresa siguió adelante y conseguí trabajar solo por las mañanas, como mucho 5 horas, lo justo para que la pequeña aguantara sin la teta (sobre todo la parte afectiva o no nutritiva). La trabajadora se quedó por las tardes y alguna mañana. Pero eso sí...la remuneración con la que me quedé era irrisoria para ser una empresaria, ni mileurista era.
A día de hoy, con mi segundo hijo, mi situación es otra totalmente; ya no tengo empresa y estoy dedicándome a mi maternidad. Mi bebé es feliz con 5 meses y su lactancia a demanda. Alguna vez esporádica nos separamos unas horas, pero se nota que vive tranquilo con el vínculo creado.
Es complicado conciliar... Sería básico que por lo menos los 6 primeros meses pudiéramos estar en casita, dando amor y alimentando a nuestros y nuestras bebés.”
Que las personas autónomas tengan los mismos derechos que las trabajadoras por cuenta ajena es fundamental. Que el permiso maternal se amplíe a 32 semanas, una necesidad de todas las madres y sus criaturas.
Cris. Más de tres años de lactancia ininterrumpida.
"Me quedé embarazada 2 meses antes de terminar la carrera... Por lo que decidimos que me quedaría en casa los primeros años para cuidar del bebé. Los inicios fueron complicados y el único apoyo real que encontré fue el de mi madre... He conseguido mantener la lactancia hasta la actualidad (3 años y 6 meses) con poco apoyo y comprensión por parte de mi entorno en general, y del padre de mi hijo en particular. Pero nosotras decidiremos cuando terminará."
El apoyo de la familia y de la pareja es muy importante a la hora de tomar la decisión de amamantar a nuestras criaturas, ya que conlleva mucho esfuerzo y determinación. En el caso de Cris, la elección fue que ella se quedara en casa cuidando a su bebé renunciando de algún modo y temporalmente a su carrera profesional.
Diana. Con reducción de jornada a pesar de todo y de todos.
Diana eligió reducir su jornada laboral para poder amamantar a su bebé y esto “sentó mal” a la empresa. Un cambio de paradigma y mentalidad es necesario para que en el mundo empresarial se acoja la idea de que para una mujer y una criatura es necesario estar juntos en los primeros años de vida de esta, y se debería facilitar ese proceso en lugar de poner obstáculos, máxime cuando esto ya es una derecho reconocido, incluyendo medidas por parte de las instituciones en forma de bonificaciones o ayudas económicas a las empresas para que puedan realizar contrataciones cuyo fin sea completar las jornadas de las trabajadoras que tengan reducida la jornada.
Dunia. La lactancia como prioridad.
Nos encanta escuchar historias como las de Dunia, donde el apoyo de la pareja es incondicional y el lugar de trabajo facilita el proceso de amamantamiento permitiendo a la madre estar cerca de su bebé para las tomas en el propio puesto de trabajo... AUNQUE realmente lo idóneo habría sido que hubiera podido disfrutar de la licencia maternal al completo sin necesidad de incorporarse antes de tiempo.
Noelia. Extracciones de leche en condiciones precarias.
Un cuarto de baño no es el lugar adecuado para extraerse leche. Si en el centro comercial de Noelia hubiera una sala más amplia y acogedora para hacerlo, este momento sería para ella menos estresante y más agradable, y es posible que incluso pudiera extraerse más cantidad de leche, ya que la tranquilidad del entorno contribuye a aumentar la producción.
Lidia. No pudo cumplir ni el período mínimo de descanso.
Es muy injusto pedirle a una madre que se reincorpore al trabajo a los quince días de dar a luz, además de no ser legal, ya que la ley prevé 16 semanas de baja maternal y las primeras de descanso obligatorio. Una posible solución hubiera sido proponerle a Lidia trabajar desde casa unos meses a partir de la finalización de su permiso maternal, para permitirle mantener una lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida de su bebé.
En todos los relatos las decisiones, las medidas, el encaje de horarios, las renuncias, las propuestas… han venido del mismo lado. En la mayoría de los casos con más obstáculos que facilidades por parte de las empresas, y con poco o ningún respaldo institucional. Porque si desde las instituciones no existe sensibilidad, ¿cómo vamos a exigir a los y las empleadoras medidas corresponsables?
La infancia sigue siendo una etapa que se encuentra en un total y absoluto desamparo por parte de los organismos públicos. No somos conscientes, o quizá no queremos serlo, de la importancia que merecen los primeros años de vida de las personas, no deja de ser una inversión de futuro. ¿O simplemente no interesa? ¿Realmente se han parado a cuantificar el ahorro que supondría a medio - largo plazo el hecho de abordar medidas de conciliación que tengan como prioridad el cuidado de los y las menores?
El período de tiempo que la lactancia materna ocupa supone una pequeñísima parte en la vida de los seres humanos. Sin embargo, cada día son más los estudios que verifican la importancia y el impacto que esta tiene en las personas a todos los niveles: sanitario, económico, medioambiental, y por supuesto el que afecta al bienestar físico y emocional de las propias personas.
¿Realmente no creéis que merece la pena que se ponga el foco en estas cuestiones que a fin de cuentas nos afectan a todos y a todas?
En La Buena Leche pensamos que es prioritario que se aborde este tema a nivel político, que se pongan en marcha medidas de conciliación real que permitan a las personas invertir en lo más valioso que tendrán a lo largo de toda su vida: SUS FAMILIAS. El capital humano que, a fin de cuentas, conforma las sociedades.
Es por todo ello por lo que instamos a los poderes públicos a poner en marcha, como mínimo, las siguientes medidas:
- Garantizar la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida con un permiso maternal de 32 semanas, atendiendo a las recomendaciones de los Organismos competentes.
- Ampliar el permiso de lactancia al menos hasta los doce meses de vida, garantizando así una transición a la alimentación de sólidos atendiendo a las necesidades individuales de cada niño y niña.
- Posibilitar reducciones de jornada sin penalización salarial con el objetivo de no tener que delegar los cuidados en terceras personas.
- Implementar jornadas de trabajo flexibles o continuas que faciliten una conciliación REAL, o introduciendo y normalizando el teletrabajo cuando sea posible.
- Establecer que el hecho de habilitar espacios aptos que reúnan las condiciones higiénicas adecuadas para las extracciones de leche materna, sea una obligación para las empresas.
Amamantar es un derecho ya no solo de las mujeres, también lo es de nuestros hijos e hijas. Hagámoslo posible derribando las barreras existentes y creando conciencia social.
viernes, 1 de noviembre de 2019
ENCUENTROS LA BUENA LECHE NOVIEMBRE 2019
Os recordamos los Encuentros que tendremos este mes. Allí podréis plantear vuestras dudas y compartir vuestras experiencias.
LUNES 4 en SOLARES: centro cultural Ramón Pelayo, de 17:30 a 19:00
MIÉRCOLES 6 en CASTRO URDIALES: CEIP San Martín de Campijo, de 17:30 a 19:00
MARTES 12 en TANOS (Torrelavega): Centro Cultural, de 17:00 a 19:00 (frente al Centro de Salud)
MARTES 19 en SANTANDER: Centro Cívico Callealtero, de 17:00 a 19:00
VIERNES 29 en PUENTE SAN MIGUEL: Casa de Cultura, de 17:00 a 19:00
LUNES 4 en SOLARES: centro cultural Ramón Pelayo, de 17:30 a 19:00
MIÉRCOLES 6 en CASTRO URDIALES: CEIP San Martín de Campijo, de 17:30 a 19:00
MARTES 12 en TANOS (Torrelavega): Centro Cultural, de 17:00 a 19:00 (frente al Centro de Salud)
MARTES 19 en SANTANDER: Centro Cívico Callealtero, de 17:00 a 19:00
VIERNES 29 en PUENTE SAN MIGUEL: Casa de Cultura, de 17:00 a 19:00
¡OS ESPERAMOS!
viernes, 27 de septiembre de 2019
Celebración de la Semana Mundial de Lactancia Materna
Nos complace invitaros a las "XVI Jornadas anuales de La buena leche", mediante las que aprovechamos para celebrar la Semana mundial de la lactancia materna 2019, y para las que hemos preparado con mucho mimo un programa que esperamos sea de vuestro interés y agrado.
Abriremos las jornadas con la proyección del documental "El comienzo de la vida"
de Estela Renner, tras la que hablaremos y debatiremos sobre la
importancia de atender las necesidades infantiles y el impacto social
que esto tendrá en el futuro de la sociedad. Ver trailer aquí.
Este año hemos centrado parte de nuestras energías en intentar visibilizar
las dificultades que tienen muchas madres a la hora de compatibilizar
la lactancia materna con sus empleos fuera del hogar. Para esto hemos trabajado en la edición de un folleto con información práctica que en breve estará disponible para descargar a través de nuestra página www.labuenaleche.org y que se distribuirá en los Centros de Salud de la región, y también hemos preparado una campaña en medios de comunicación y redes sociales, que bajo el lema "Amamantar y trabajar, ¡hagámoslo posible con medidas adecuadas!", se llevará a cabo entre los días 4 y 19 de octubre, mediante la que haremos visible la problemática con casos reales, poniendo el acento en las posibles medidas a abordar:
¡Acompáñanos en redes compartiendo tus inquietudes o tu experiencia personal! y sigue nuestras publicaciones con los hashtags:
#amamantarytrabajaresposible #amamantaresunderecho #lactanciayempleoremunerado #loscuidadosenelcentro
Clausuraremos las jornadas con la charla "De la participación masculina en la crianza a la igualdad real" en la que Péter Szil,
terapeuta especializado en temas de crianza y de género, nos hará
reflexionar analizando que sin la igual distribución de las tareas y el
tiempo dedicados a la crianza por ambos progenitores, es imposible
llegar a la igualdad de género real. La charla tiene el objetivo de
profundizar en las tareas que nos quedan todavía pendientes en el ámbito
de la crianza compartida y al mismo tiempo plantear cuestiones que nos
pueden llevar más alla de eso. El hecho de que padres que se ocupen de
las tareas que les corresponden en la crianza de su prole y en el
cuidado de su hogar, ¿conlleva siempre reciprocidad? ¿Qué esperamos hoy
de un vínculo de equidad?
Desde el 14 de octubre hasta el 3 de noviembre también ofrecemos la posibilidad de visitar nuestra exposición fotográfica bajo el título "Lactancia materna, fuente de vida" en el Centro Cultural La Residencia, de Castro Urdiales.
¡Os esperamos! La entrada es libre y gratuita hasta completar aforos. ¡Compartid el programa con todas aquellas personas a las que creais que les puede resultar de interés!
domingo, 1 de septiembre de 2019
ENCUENTROS LA BUENA LECHE SEPTIEMBRE 2019
Para facilitar vuestra venida, os informamos aquí de los Encuentros de madres que tendremos este mes de septiembre.
LUNES 2 en SOLARES: Centro Cultural Ramón Pelayo, de 17:30 a 19:00
MIÉRCOLES 4 en CASTRO URDIALES: CEIP San Martín de Campijo, de 17:30 a 19:00
MARTES 10 en TANOS: Centro Cultural de 17:00 a 19:00 (frente al Centro de Salud)
MARTES 17 en SANTANDER: Centro Cívico Callealtero, de 17:00 a 19:00
Este mes NO habrá Encuentro en Puente San Miguel por motivo de las fiestas patronales.
LUNES 2 en SOLARES: Centro Cultural Ramón Pelayo, de 17:30 a 19:00
MIÉRCOLES 4 en CASTRO URDIALES: CEIP San Martín de Campijo, de 17:30 a 19:00
MARTES 10 en TANOS: Centro Cultural de 17:00 a 19:00 (frente al Centro de Salud)
MARTES 17 en SANTANDER: Centro Cívico Callealtero, de 17:00 a 19:00
Este mes NO habrá Encuentro en Puente San Miguel por motivo de las fiestas patronales.
jueves, 1 de agosto de 2019
ENCUENTROS LA BUENA LECHE EN AGOSTO
El verano es época de cambios temporales para casi todos. Para evitar viajes en vano os recordamos los Encuentros de LBL que tendrán lugar este mes de agosto.
LUNES 5: SOLARES, finca del Marqués de Valdecilla, en el Garaje de 17:30 a 19:00
MARTES 13: TANOS, Casa de Cultura de 17:00 a 19:00
MARTES 20: SANTANDER, Centro Cívico Callealtero de 17:00 a 19:00
VIERNES 30: PUENTE SAN MIGUEL, Casa de Cultura de 17:00 a 19:00
LUNES 5: SOLARES, finca del Marqués de Valdecilla, en el Garaje de 17:30 a 19:00
MARTES 13: TANOS, Casa de Cultura de 17:00 a 19:00
MARTES 20: SANTANDER, Centro Cívico Callealtero de 17:00 a 19:00
VIERNES 30: PUENTE SAN MIGUEL, Casa de Cultura de 17:00 a 19:00
viernes, 28 de junio de 2019
Los Encuentros de Solares cambian de ubicación en verano
Como en años anteriores, los Encuentros en Solares de madres
lactantes cambian de ubicación durante el verano debido a que el centro cívico
estará cerrado por las tardes. Tanto el lunes 1 de julio com el lunes 5 de agosto tendrán lugar de 17:30 a 19:30 en:
Finca-Museo Marqués de Valdecilla (Garaje)
Paseo Sta. Matilde s/n
39724 Valdecilla
Os animamos a acudir con vuestras dudas, o simplemente para pasar un buen rato juntas compartiendo temas de crianza.
A partir de septiembre volveremos al espacio habitual. ¡Buen verano!
Finca-Museo Marqués de Valdecilla (Garaje)
Paseo Sta. Matilde s/n
39724 Valdecilla
Os animamos a acudir con vuestras dudas, o simplemente para pasar un buen rato juntas compartiendo temas de crianza.
A partir de septiembre volveremos al espacio habitual. ¡Buen verano!
viernes, 7 de junio de 2019
PICNIC ANUAL 2019
¿Cuándo será? Sábado,
22 de junio de 2019. Sobre la 13:00 horas, aunque si quieres aprovechar
el día y te apetece llegar antes, nos iremos encontrando allí.
¿Dónde nos encontraremos? En la campa del Centro Cívico de Maoño (Bezana), calle La Jaya 6 E, que además de columpios, prado, bolera y baños, cuenta con instalaciones que podemos utilizar en caso de lluvia.
¡Y qué llevo! Comida
y bebida para compartir, y opcionalmente: sillas, mantas, juegos, y
todo lo que se os ocurra para contribuir al disfrute de todos.
¿Cómo llego allí?: Desde la autovía A-67 Santander-Torrelavega, tomar salida 197 Bezana-Mompía-Liencres dirección a Bezana y Maoño.
Una vez subida la cuesta hasta el alto San Mateo, girar a la izquierda
junto al Mesón El Peñón. Continuar hasta bajar al valle. Veremos el
parque y bolera a la derecha.
¡Os esperamos!
miércoles, 5 de junio de 2019
Taller de sexualidad femenina
Por distintas circunstancias de la vida, en muchas ocasiones las mujeres
dejamos de lado una faceta primordial para el ser humano: nuestra sexualidad.
Bien por problemas físicos tras la maternidad, por cambios psicológicos según
nuestra etapa vital, por incompatibilidad de horarios, rutinas, por costumbres
adquiridas… Por distintas razones, apartamos el sexo de nuestra vida sin ser
conscientes de todo lo que eso supone, desde un distanciamiento con nuestra
pareja hasta una separación de nosotras mismas, una disociación de nuestros
diferentes roles de mujer.
En este taller, aprenderemos a reconocer en qué etapa vital y sexual
estamos, cuáles son nuestras necesidades reales y las creencias erróneas que no
nos permiten sentirnos satisfechas en todas las áreas emocionales. Este trabajo,
resultará en un incremento de nuestra autoestima y nuestro autoconcepto,
Además, nos permitirá retomar de una forma sana y positiva nuestra sexualidad y
con ello, mejorar nuestra relación de pareja, no sólo a nivel físcio sino lo más
importante, a nivel emocional.
"Reconectaremos con nuestro instinto, con nosotras mismas para reconectar
con el mundo"
Desde la Asociciación La Buena Leche y con la colaboración de María González Bueno de Desaprende, tenemos el placer de proponerte este interesante taller.
Dirigido a: Mujeres, en cualquier etapa vital y con independencia de sus circunstancias.
Nº de plazas: 30 plazas. (Las plazas se asignarán por riguroso orden de inscripción)
Cuándo: 15 de junio de 2019
Dónde: en el Centro Cívico La Jaya (Maoño)
Duración: 4 horas (De 11:00 a 13:00 y de 15:00 a 17:00)
Precio: Gratuito para socias de La Buena Leche. 20 € para no socias.sábado, 1 de junio de 2019
CAMBIO DE LUGAR DEL ENCUENTRO DE TANOS
Como muchas sabréis por la prensa, en el centro cívico de Tanos (Torrelavega), sede de uno de los Encuentros de LBL, se ha desprendido el techo del salón de actos y todavía se encuentra en obras, por lo que hemos buscado otro emplazamiento para reunirnos en el martes 11 de junio. Será en el Centro de Emprendedores de Torres (Torrelavega), en el horario habitual, de 17:00 a 19:00.
domingo, 19 de mayo de 2019
RELATO DE UN PARTO: "De casa al hospital"
Hace treinta y dos años viví mi primer embarazo, y decidimos que el parto fuera en casa. Queríamos que fuera lo más natural posible, estar acompañada de mi pareja, que se respetaran los tiempos, mi movilidad, que fuera cálido y entrañable, que no me rasurasen ni hicieran episiotomía por rutina, que se respetara que el cordón dejara de latir, que pudiera ponerme a mi criatura encima desde el primer momento para dejar que se pusiera a mamar lo más pronto posible, que su acogida fuese amorosa y no violenta… Todo cosas que hoy en día, treinta años después, parecen bastante normales y que son contempladas en muchos hospitales, pero que entonces eran impensables. Me atendía cerca de Oviedo una pareja de médicos que por su gran calidad humana se convirtieron en admirados y amados amigos.
Debido a una serie de circunstancias, llegó un momento durante el transcurso del parto en que decidimos ir al hospital. La acogida fue dura por venir de un parto en casa, pero conseguimos que dejaran que se quedaran acompañándome mi médico y mi pareja. Nos tocó una matrona que acababa de reincorporarse a su puesto de trabajo debido a que su marido había sufrido una penosa enfermedad y había fallecido, tema que nos relató con detalle, y que nosotr*s aguantamos con la esperanza de no indisponernos más con el personal y conseguir que nos concedieran retrasar el corte del cordón y hacer el piel con piel. No obstante, para mí era muy difícil estar de parto con esa charla, tumbada en una camilla, cubierta con una sabanilla y con la matrona sentada encima para impedir que me moviera. Con la oxitocina sintética puesta, cuando me venía una contracción dejaba que mi voz saliera con fuerza en lo que a mí me parecía una especie de canto que acompañaba mi respiración y a la vez también protesta por la conversación que escuchaba, y debido a eso la matrona se encontró con derecho de golpearme enérgicamente los muslos en varias ocasiones. En un determinado momento y sin previo aviso, me puso una inyección en la pierna. Me sentí tratada como si fuera una niña consentida a la que “hay que pegar un par de sopapos”, lo que yo pudiera decir no valía nada.
Cuando cerca de la medianoche por fin entramos en el paritorio, con sus fuertes focos, se produjo una discusión entre la matrona y mi médico de casa porque ella se empeñó en hacerme la episiotomía y en cortar el cordón inmediatamente. Me parecía estar en medio de una batalla, me sentía triste, agotada, y deseando que acabase todo. Cuando al final salió mi hijo como un hermoso pez, tuvimos un minuto para mirarnos y enamorarnos antes de que nos separaran y me tuvieran toda la noche en observación, medio drogada. Me habían robado mi parto.
Yo en esos días no fui consciente de la ruptura del vínculo con mi bebé pues, como cualquier madre, me sentía muy feliz con él. Fue necesario que se produjera la lenta recuperación de ese vínculo primordial a través de la lactancia para darme cuenta de la gran diferencia que había con el sentimiento de los primeros días. El trauma vivido durante mi primer parto me acompañó durante años.
Han pasado tres décadas. El parto en casa sigue siendo minoritario en occidente, pero a la vez se ha extendido entre mujeres concienciadas e informadas. En algunos países es una opción generalizada dentro de la sanidad pública. Los partos hospitalarios ya permiten el acompañamiento de la mujer por una persona allegada, ya no rasuran, la episiotomía es algo menos frecuente, se permite la deambulación durante la dilatación, se fomenta el piel con piel… Indudablemente hemos avanzado en sensibilidad, y poco a poco seguimos mejorando gracias al movimiento de mujeres organizadas, como la asociación El Parto Es Nuestro, y a profesionales concienciados, especialmente en el sector de matronas.
Pero como en todo avance, se produce también un movimiento en contra, de resistencia, que no solo alerta con información sesgada de los grandes peligros del parto en casa sino que también se considera con derecho para detener a una mujer en pleno proceso e ingresarla a la fuerza por orden judicial en un hospital (de nuevo en Oviedo) por la única e insuficiente razón de que su gestación pasaba de las cuarenta y dos semanas. Nos siguen tratando como si fuésemos niñas consentidas que necesitamos “un par de sopapos”. A pesar de los avances, ¡cuánto nos queda por trabajar!
Os animo a todas aquellas que os sintáis identificadas a que os unáis a otras, os manifestéis, os hagáis oír… para que en nuestra sociedad desarrollada las mujeres podamos elegir nuestro parto libremente, y nuestr*s hij*s puedan nacer en un entorno sin violencia. Como dice el obstetra Michel Odent, “para cambiar el mundo primero hay que cambiar la forma de nacer”.
Debido a una serie de circunstancias, llegó un momento durante el transcurso del parto en que decidimos ir al hospital. La acogida fue dura por venir de un parto en casa, pero conseguimos que dejaran que se quedaran acompañándome mi médico y mi pareja. Nos tocó una matrona que acababa de reincorporarse a su puesto de trabajo debido a que su marido había sufrido una penosa enfermedad y había fallecido, tema que nos relató con detalle, y que nosotr*s aguantamos con la esperanza de no indisponernos más con el personal y conseguir que nos concedieran retrasar el corte del cordón y hacer el piel con piel. No obstante, para mí era muy difícil estar de parto con esa charla, tumbada en una camilla, cubierta con una sabanilla y con la matrona sentada encima para impedir que me moviera. Con la oxitocina sintética puesta, cuando me venía una contracción dejaba que mi voz saliera con fuerza en lo que a mí me parecía una especie de canto que acompañaba mi respiración y a la vez también protesta por la conversación que escuchaba, y debido a eso la matrona se encontró con derecho de golpearme enérgicamente los muslos en varias ocasiones. En un determinado momento y sin previo aviso, me puso una inyección en la pierna. Me sentí tratada como si fuera una niña consentida a la que “hay que pegar un par de sopapos”, lo que yo pudiera decir no valía nada.
Cuando cerca de la medianoche por fin entramos en el paritorio, con sus fuertes focos, se produjo una discusión entre la matrona y mi médico de casa porque ella se empeñó en hacerme la episiotomía y en cortar el cordón inmediatamente. Me parecía estar en medio de una batalla, me sentía triste, agotada, y deseando que acabase todo. Cuando al final salió mi hijo como un hermoso pez, tuvimos un minuto para mirarnos y enamorarnos antes de que nos separaran y me tuvieran toda la noche en observación, medio drogada. Me habían robado mi parto.
Yo en esos días no fui consciente de la ruptura del vínculo con mi bebé pues, como cualquier madre, me sentía muy feliz con él. Fue necesario que se produjera la lenta recuperación de ese vínculo primordial a través de la lactancia para darme cuenta de la gran diferencia que había con el sentimiento de los primeros días. El trauma vivido durante mi primer parto me acompañó durante años.
Han pasado tres décadas. El parto en casa sigue siendo minoritario en occidente, pero a la vez se ha extendido entre mujeres concienciadas e informadas. En algunos países es una opción generalizada dentro de la sanidad pública. Los partos hospitalarios ya permiten el acompañamiento de la mujer por una persona allegada, ya no rasuran, la episiotomía es algo menos frecuente, se permite la deambulación durante la dilatación, se fomenta el piel con piel… Indudablemente hemos avanzado en sensibilidad, y poco a poco seguimos mejorando gracias al movimiento de mujeres organizadas, como la asociación El Parto Es Nuestro, y a profesionales concienciados, especialmente en el sector de matronas.
Pero como en todo avance, se produce también un movimiento en contra, de resistencia, que no solo alerta con información sesgada de los grandes peligros del parto en casa sino que también se considera con derecho para detener a una mujer en pleno proceso e ingresarla a la fuerza por orden judicial en un hospital (de nuevo en Oviedo) por la única e insuficiente razón de que su gestación pasaba de las cuarenta y dos semanas. Nos siguen tratando como si fuésemos niñas consentidas que necesitamos “un par de sopapos”. A pesar de los avances, ¡cuánto nos queda por trabajar!
Os animo a todas aquellas que os sintáis identificadas a que os unáis a otras, os manifestéis, os hagáis oír… para que en nuestra sociedad desarrollada las mujeres podamos elegir nuestro parto libremente, y nuestr*s hij*s puedan nacer en un entorno sin violencia. Como dice el obstetra Michel Odent, “para cambiar el mundo primero hay que cambiar la forma de nacer”.
Isabel Gutiérrez del Campo
martes, 14 de mayo de 2019
RELATO DE UN PARTO: "Pletórica de una nueva sensación"
Desde que me quedé embarazada, una de las cosas que me producían cierta intriga, miedo, inquietud, o llamadlo como sea: era el parto. ¿Identificaría las contracciones? ¿Cómo llevaría el dolor? ¿Sería para tanto como cuentan? ¿Es tan mágico el momento en el que llega a este mundo tu pequeñ@?
Así que, con el tiempo por delante de un embarazo, comenzó mi labor de investigación. Leía a todas horas. Me había convertido en una mono-tema-lectora: cuidados del bebé, lactancia, embarazo y, cómo no, parto. Leía experiencias de otras madres, consejos de matronas y ginecólogos,… de todo.
Acudí a las clases de preparación al parto de mi centro de salud y servir, no sé si me sirvieron de mucho, porque cuando llegaba la parte práctica en aquellas clases y tocaba "imaginad que os viene una contracción"; yo me sentía algo estúpida ¡cosa de primeriza claro! ¡Cómo iba a saber yo cómo era sentir una contracción de parto!
Mi embarazo fue bueno, y así llegamos al PT de las 40 semanas. Yo no sentía en mi cuerpo nada distinto salvo sentirme muy pesada, aunque mi yo interior ya se mordía las uñas por conocer a la personita que estaba gestando. Resultado del PT: no hay apenas contracciones. Nos ve la ginecóloga y estoy dilatada de 1 cm. Me habla de la maniobra de Hamilton. Yo ya había leído sobre ello y estábamos de acuerdo en que si nos informaban, no tendríamos problema en que nuestro parto fuera inducido por ese método. Tengo que reconocer que sí duele, pero la doctora paró en su realización tantas veces como le pedí, fue amable y nada brusca. Ahora tocaba volver a casa a esperar la efectividad o no, y si el parto comenzaba.
Aquella tarde me empecé a encontrar revuelta. Era una sensación muy parecida a estar premenstrual. Dolores que iban y venían. Recuerdo que no fui a la clase de gimnasia de embarazadas a la que acudía cada semana porque me sentía muy pesada, pero yo, todo fuera por ayudar a la causa, me preparé una gran taza de chocolate para merendar. Después de cenar, sentada en el fitball empecé a tener contracciones más regulares que registré hasta casi la medianoche, que decidimos ir al hospital. Fue en ese momento, al salir de casa, cuando rompí aguas.
Ya no volvería esa noche a casa. Ingresamos por rotura de bolsa, porque a pesar de dos horas con contracciones no había dilatado nada: ¡1 cm! Igual que en la mañana. Que desilusión. Nos llevan a la habitación de dilatación-paritorio y la matrona se queda conmigo a charlar un poco del plan de parto; en mi caso el libro del seguimiento del embarazo con todo anotado, pero ella me pidió que yo le contara lo que quería y en ese momento no me salió nada más que “cuida de mi hija y de mí”. Momento de miedito que me invadió porque ella me devolvió una sonrisa y fue sentirme tan entendida... Hablamos sobre cómo son los partos, la epidural y alguna cosa más que no recuerdo exactamente, y ya nos quedamos solos papá y yo. Deambulando por la habitación, charlando, respirando, contracción, respirando… dejando a mi cuerpo prepararse.
No puedo decir si llevaba mucho tiempo o no, y en una de esas contracciones expulsé ya el tapón pero como había bastante sangre avisamos a la matrona y, tras revisarme de nuevo, ya estaba de 4cm. Era el momento de ponerme la epidural. Lo peor a partir de ahí fue perder la deambulación. Estar tumbada e inmóvil fue horrible. Y la anestesia, aunque hizo que mi dolor no fuese a más, mantuvo la intensidad misma que cuando llegué. Le saqué a posteriori el lado positivo, pues a la hora del expulsivo era totalmente consciente de cuándo era el momento de empujar y ayudar a mi pequeña a nacer.
Allí tumbada a medio oscuras, de la mano de papá, le hacía llegar cada contracción en busca de una salida del dolor fuera de mí... Cuando regresó la matrona, ya tenía ganas de pujar y estaba dilatada. Ni siquiera dio tiempo a transformar aquella cama. Di a luz casi tumbada, en tres pujos. Sin desgarro ni episiotomía. En 7 horas y media, mi parto había terminado.
Por fin mi pequeña A estaba sobre mí. ¡Qué invasión de sensaciones! Estaba completamente pletórica de una nueva sensación que ha llenado mi corazón del amor más grande e incondicional que jamás había podido imaginar. ¡Qué maravilloso el piel con piel! Tan cerca, casi tan unidas como hacía unos minutos antes. Me enamoré, más aún si cabe, de lo que ya lo estaba antes de conocer a la personita que llevaba dentro. Había mucha gente a nuestro alrededor haciendo su trabajo con ella y conmigo, pero no nos molestaron nada. En mi mundo ya solo estábamos A, papá y yo. Sobre mi pecho, en aquella habitación, A comenzó nuestra aventura de la lactancia que aún perdura 15 meses después.
Lorena G.
Así que, con el tiempo por delante de un embarazo, comenzó mi labor de investigación. Leía a todas horas. Me había convertido en una mono-tema-lectora: cuidados del bebé, lactancia, embarazo y, cómo no, parto. Leía experiencias de otras madres, consejos de matronas y ginecólogos,… de todo.
Acudí a las clases de preparación al parto de mi centro de salud y servir, no sé si me sirvieron de mucho, porque cuando llegaba la parte práctica en aquellas clases y tocaba "imaginad que os viene una contracción"; yo me sentía algo estúpida ¡cosa de primeriza claro! ¡Cómo iba a saber yo cómo era sentir una contracción de parto!
Mi embarazo fue bueno, y así llegamos al PT de las 40 semanas. Yo no sentía en mi cuerpo nada distinto salvo sentirme muy pesada, aunque mi yo interior ya se mordía las uñas por conocer a la personita que estaba gestando. Resultado del PT: no hay apenas contracciones. Nos ve la ginecóloga y estoy dilatada de 1 cm. Me habla de la maniobra de Hamilton. Yo ya había leído sobre ello y estábamos de acuerdo en que si nos informaban, no tendríamos problema en que nuestro parto fuera inducido por ese método. Tengo que reconocer que sí duele, pero la doctora paró en su realización tantas veces como le pedí, fue amable y nada brusca. Ahora tocaba volver a casa a esperar la efectividad o no, y si el parto comenzaba.
Aquella tarde me empecé a encontrar revuelta. Era una sensación muy parecida a estar premenstrual. Dolores que iban y venían. Recuerdo que no fui a la clase de gimnasia de embarazadas a la que acudía cada semana porque me sentía muy pesada, pero yo, todo fuera por ayudar a la causa, me preparé una gran taza de chocolate para merendar. Después de cenar, sentada en el fitball empecé a tener contracciones más regulares que registré hasta casi la medianoche, que decidimos ir al hospital. Fue en ese momento, al salir de casa, cuando rompí aguas.
Ya no volvería esa noche a casa. Ingresamos por rotura de bolsa, porque a pesar de dos horas con contracciones no había dilatado nada: ¡1 cm! Igual que en la mañana. Que desilusión. Nos llevan a la habitación de dilatación-paritorio y la matrona se queda conmigo a charlar un poco del plan de parto; en mi caso el libro del seguimiento del embarazo con todo anotado, pero ella me pidió que yo le contara lo que quería y en ese momento no me salió nada más que “cuida de mi hija y de mí”. Momento de miedito que me invadió porque ella me devolvió una sonrisa y fue sentirme tan entendida... Hablamos sobre cómo son los partos, la epidural y alguna cosa más que no recuerdo exactamente, y ya nos quedamos solos papá y yo. Deambulando por la habitación, charlando, respirando, contracción, respirando… dejando a mi cuerpo prepararse.
No puedo decir si llevaba mucho tiempo o no, y en una de esas contracciones expulsé ya el tapón pero como había bastante sangre avisamos a la matrona y, tras revisarme de nuevo, ya estaba de 4cm. Era el momento de ponerme la epidural. Lo peor a partir de ahí fue perder la deambulación. Estar tumbada e inmóvil fue horrible. Y la anestesia, aunque hizo que mi dolor no fuese a más, mantuvo la intensidad misma que cuando llegué. Le saqué a posteriori el lado positivo, pues a la hora del expulsivo era totalmente consciente de cuándo era el momento de empujar y ayudar a mi pequeña a nacer.
Allí tumbada a medio oscuras, de la mano de papá, le hacía llegar cada contracción en busca de una salida del dolor fuera de mí... Cuando regresó la matrona, ya tenía ganas de pujar y estaba dilatada. Ni siquiera dio tiempo a transformar aquella cama. Di a luz casi tumbada, en tres pujos. Sin desgarro ni episiotomía. En 7 horas y media, mi parto había terminado.
Por fin mi pequeña A estaba sobre mí. ¡Qué invasión de sensaciones! Estaba completamente pletórica de una nueva sensación que ha llenado mi corazón del amor más grande e incondicional que jamás había podido imaginar. ¡Qué maravilloso el piel con piel! Tan cerca, casi tan unidas como hacía unos minutos antes. Me enamoré, más aún si cabe, de lo que ya lo estaba antes de conocer a la personita que llevaba dentro. Había mucha gente a nuestro alrededor haciendo su trabajo con ella y conmigo, pero no nos molestaron nada. En mi mundo ya solo estábamos A, papá y yo. Sobre mi pecho, en aquella habitación, A comenzó nuestra aventura de la lactancia que aún perdura 15 meses después.
Lorena G.
lunes, 13 de mayo de 2019
Parir en libertad: Mi parto, mi cuerpo, mi decisión
Desde La Buena Leche mostramos nuestro apoyo y nos unimos al comunicado que los colectivos feministas andaluces han lanzado mostrando su apoyo a la madre de Oviedo, denunciando la violación de derechos que ha sufrido.
Esto solo tiene un nombre y es: violencia obstétrica.
Por suerte, no todos y todas las profesionales piensan ni actúan igual.
Parir en libertad: Mi cuerpo, mi parto, mi decisión
martes, 26 de marzo de 2019
EL DESTETE: Una fase más de la lactancia.
En este artículo voy a hablaros del destete como un proceso más dentro de la lactancia.
Suele ocurrir que a las asesoras o a los propios grupos de apoyo a veces se nos tacha de ser extremistas y poco tolerantes respecto al destete precoz o a la propia decisión de no iniciar la lactancia materna, o de nuestro presunto afán de "obligar" o persuadir a la madre para que continúe con su lactancia a pesar de todo. Es un pensamiento erróneo que tienen muchas personas, ya que la labor de una buena asesora comprometida y responsable, pasa por acompañar las decisiones de la madre, sean estas cuales sean sin enjuiciarlas. Y eso incluye el acompañamiento en el destete.
Hay muchos motivos por los que una madre puede tener la necesidad de finalizar su lactancia o interrumpir su producción de leche. Cada caso es único y hacer una lista podría ser casi imposible. Pero aquí podemos hacernos una ligera idea de las principales causas:
Todas estas opciones son lícitas y en cada caso habrá que hacer un estudio pormenorizado de la situación, evaluar la realidad de cada madre y a partir de ahí, hacer un plan personalizado con cada mujer. A veces simplemente se trata de ir estableciendo pequeñas metas e ir avanzando en ellas; otras veces esto no será posible y habrá que abordar la situación de manera repentina y brusca. Como en todo, cuando ponemos demasiadas expectativas en algo, puede suceder que las cosas no ocurran como las habíamos planeado y eso nos lleve a una tremenda frustración.
Ante la cuestión de cuál es el momento para destetar en el ser humano, los estudios indican que la edad natural en que se puede producir oscila entre los dos años y medio y los siete años. Y tanto si se produce en una u otra edad, se considera normal. Incluso, si se produce antes o después, también lo es, ya que hablamos de un dato estadístico; siempre habrá muestras que queden por encima o por debajo de dicha franja. Hago hincapié en un matiz, "de manera natural".
También cabe destacar que el proceso de destete podríamos decir que comienza en el momento que empezamos a introducir la alimentación complementaria. Y espero que se entienda el concepto. Lo que vengo a decir es que ese es el inicio del camino, no necesariamente quiero significar que introducir la alimentación complementaria implique el destete inminente en sí. A partir de ahí, cada diada avanzará en ese camino de una u otra manera.
Aunque la situación ideal es que el destete se produzca de manera paulatina, natural y respetuosa, es decir, considerando los ritmos y necesidades de ambas partes (madre y bebé), lo cierto es que cada realidad es un mundo, y no siempre es posible que el final de la lactancia llegue de ese modo. En cualquier caso, nunca deberíamos juzgar el motivo que lleva a una madre a interrumpir de manera unilateral una lactancia, su lactancia. Sean los que sean, habrá unos motivos detrás: físicos, emocionales, laborales,... que para ella tendrán el peso suficiente.
Aquí os voy a hablar de cuatro casos concretos en los que, aunque el estado emocional de la madre puede distar mucho, el manejo fisiológico es el mismo o muy similar.
Lo que diferencia estas casuísticas de algún modo es el poder de decisión que haya podido tener la madre, las variantes que pueden rodear y motivar esa necesidad de abandonar la lactancia, y como decía, el factor emocional de la situación.
Cuando hablamos de pérdida gestacional o perinatal nos centramos en la gran pérdida que está viviendo esa madre, esa familia. Además, la pérdida siempre es un tema tabú del que no se habla o del que nos cuesta mucho hablar. Sin embargo es un proceso vital que debemos elaborar, que debemos vivir para ir sanando las heridas. Sostener a esa madre, acompañarla en ese duelo o dejarla si es lo que necesita; no juzgarla en las decisiones que tome y escucharla cuando necesite ser escuchada, son factores clave.
En lo que respecta a la lactancia cuando ocurre una pérdida gestacional o perinatal, pasa que en algunos casos no se deja tomar la decisión a esa madre sobre qué hacer. O sencillamente se toma la decisión por ella dando por sentado lo que querrá hacer.
En función de la semana de gestación en la que ocurra la pérdida, es o puede ser un hecho que la lactancia se desencadene (a partir de la semana 20 e incluso antes), y a pesar de la pérdida, la subida de la leche se produzca. Nadie que no sea la madre, tiene el poder de decidir si esa producción láctea ha de ser interrumpida o no. Sólo la madre debería tener esa capacidad, alejando órdenes imperativas e infantilizándola con "lo que mejor le conviene". Decidir seguir extrayendo su leche como parte del duelo, o interrumpir la producción de leche; y en este último caso, y del mismo modo, decidir si lo hará de manera brusca y con ayuda de fármacos o de manera paulatina y natural.
Quizá pueda parecer difícil entender que una mujer quiera continuar produciendo una leche que era para un bebé que ya no está, pero sencillamente, aunque cada mujer tendrá sus motivos, podríamos pensar que es un modo de despedirse, de decir adiós a ese bebé que jamás podrá volver a tomar entre en sus brazos, una despedida sin prisas, despacito y a su ritmo. Es una decisión muy personal y sea cual sea la decisión debería ser respetada sin juicios. En este artículo puedes ampliar información sobre este tipo de situaciones.
Un destete que se tenga que producir por fuerza mayor, por enfermedad, o porque la madre tenga que recibir un tratamiento que no se pueda postergar en el tiempo y del que depende su buena salud y bienestar, también puede implicar un duro golpe a nivel emocional en la madre.
En estos casos, habrá que, primero de todo, comprobar que efectivamente esa pauta es adecuada. Ocurre en muchos casos (lamentablemente en más de los que sería deseable) que se prescribe un destete y el tratamiento y/o la enfermedad eran perfectamente compatibles con la lactancia materna, sin riesgo para el bebé o para la madre. Una fuente fiable de consulta siempre es www.e-lactancia.org, y realmente son muy pocas las enfermedades o tratamientos que no son compatibles con la lactancia.
¿CÓMO LLEVAR A CABO EL DESTETE DE MANERA FISIOLÓGICA?
Creo que es importante resaltar que los fármacos que se utilizan para interrumpir la lactancia, generalmente la cabergolina, pueden no ser efectivos cuando la lactancia ya está instaurada. Este fármaco es eficaz cuando se administra dentro de las primeras 24 horas tras el parto, causando un descenso brusco en los niveles de prolactina, y puede ocurrir en ocasiones que aun así, sea necesaria una segunda dosis.
Verónica Saseta.
Suele ocurrir que a las asesoras o a los propios grupos de apoyo a veces se nos tacha de ser extremistas y poco tolerantes respecto al destete precoz o a la propia decisión de no iniciar la lactancia materna, o de nuestro presunto afán de "obligar" o persuadir a la madre para que continúe con su lactancia a pesar de todo. Es un pensamiento erróneo que tienen muchas personas, ya que la labor de una buena asesora comprometida y responsable, pasa por acompañar las decisiones de la madre, sean estas cuales sean sin enjuiciarlas. Y eso incluye el acompañamiento en el destete.
Hay muchos motivos por los que una madre puede tener la necesidad de finalizar su lactancia o interrumpir su producción de leche. Cada caso es único y hacer una lista podría ser casi imposible. Pero aquí podemos hacernos una ligera idea de las principales causas:
- Sencillamente no quiere iniciar la lactancia, pero no puede evitar que fisiológicamente ésta no se vaya a desencadenar.
- Una vez iniciada, quiere interrumpirla.
- Pérdida gestacional o perinatal.
- Tras un tiempo de lactancia gozosa, quiere acabar con la lactancia. Ha pasado a otra fase, comienza una nueva etapa.
- Destete espontáneo y dirigido por el bebé.
- Enfermedad o tratamiento médico (Consultar siempre compatibilidad o alternativas en www.e-lactancia.org) Agitación del amamantamiento.
- ...
Todas estas opciones son lícitas y en cada caso habrá que hacer un estudio pormenorizado de la situación, evaluar la realidad de cada madre y a partir de ahí, hacer un plan personalizado con cada mujer. A veces simplemente se trata de ir estableciendo pequeñas metas e ir avanzando en ellas; otras veces esto no será posible y habrá que abordar la situación de manera repentina y brusca. Como en todo, cuando ponemos demasiadas expectativas en algo, puede suceder que las cosas no ocurran como las habíamos planeado y eso nos lleve a una tremenda frustración.
Ante la cuestión de cuál es el momento para destetar en el ser humano, los estudios indican que la edad natural en que se puede producir oscila entre los dos años y medio y los siete años. Y tanto si se produce en una u otra edad, se considera normal. Incluso, si se produce antes o después, también lo es, ya que hablamos de un dato estadístico; siempre habrá muestras que queden por encima o por debajo de dicha franja. Hago hincapié en un matiz, "de manera natural".
También cabe destacar que el proceso de destete podríamos decir que comienza en el momento que empezamos a introducir la alimentación complementaria. Y espero que se entienda el concepto. Lo que vengo a decir es que ese es el inicio del camino, no necesariamente quiero significar que introducir la alimentación complementaria implique el destete inminente en sí. A partir de ahí, cada diada avanzará en ese camino de una u otra manera.
Aunque la situación ideal es que el destete se produzca de manera paulatina, natural y respetuosa, es decir, considerando los ritmos y necesidades de ambas partes (madre y bebé), lo cierto es que cada realidad es un mundo, y no siempre es posible que el final de la lactancia llegue de ese modo. En cualquier caso, nunca deberíamos juzgar el motivo que lleva a una madre a interrumpir de manera unilateral una lactancia, su lactancia. Sean los que sean, habrá unos motivos detrás: físicos, emocionales, laborales,... que para ella tendrán el peso suficiente.
Aquí os voy a hablar de cuatro casos concretos en los que, aunque el estado emocional de la madre puede distar mucho, el manejo fisiológico es el mismo o muy similar.
- Cómo manejar una inhibición cuando una vez iniciada la lactancia no se quiere continuar con ella.
- Cómo manejar un destete de manera brusca por voluntad propia.
- Cómo manejar un destete de manera brusca por fuerza mayor.
- Cómo manejar un caso de pérdida gestacional o perinatal.
Lo que diferencia estas casuísticas de algún modo es el poder de decisión que haya podido tener la madre, las variantes que pueden rodear y motivar esa necesidad de abandonar la lactancia, y como decía, el factor emocional de la situación.
Cuando hablamos de pérdida gestacional o perinatal nos centramos en la gran pérdida que está viviendo esa madre, esa familia. Además, la pérdida siempre es un tema tabú del que no se habla o del que nos cuesta mucho hablar. Sin embargo es un proceso vital que debemos elaborar, que debemos vivir para ir sanando las heridas. Sostener a esa madre, acompañarla en ese duelo o dejarla si es lo que necesita; no juzgarla en las decisiones que tome y escucharla cuando necesite ser escuchada, son factores clave.
En lo que respecta a la lactancia cuando ocurre una pérdida gestacional o perinatal, pasa que en algunos casos no se deja tomar la decisión a esa madre sobre qué hacer. O sencillamente se toma la decisión por ella dando por sentado lo que querrá hacer.
En función de la semana de gestación en la que ocurra la pérdida, es o puede ser un hecho que la lactancia se desencadene (a partir de la semana 20 e incluso antes), y a pesar de la pérdida, la subida de la leche se produzca. Nadie que no sea la madre, tiene el poder de decidir si esa producción láctea ha de ser interrumpida o no. Sólo la madre debería tener esa capacidad, alejando órdenes imperativas e infantilizándola con "lo que mejor le conviene". Decidir seguir extrayendo su leche como parte del duelo, o interrumpir la producción de leche; y en este último caso, y del mismo modo, decidir si lo hará de manera brusca y con ayuda de fármacos o de manera paulatina y natural.
Quizá pueda parecer difícil entender que una mujer quiera continuar produciendo una leche que era para un bebé que ya no está, pero sencillamente, aunque cada mujer tendrá sus motivos, podríamos pensar que es un modo de despedirse, de decir adiós a ese bebé que jamás podrá volver a tomar entre en sus brazos, una despedida sin prisas, despacito y a su ritmo. Es una decisión muy personal y sea cual sea la decisión debería ser respetada sin juicios. En este artículo puedes ampliar información sobre este tipo de situaciones.
Un destete que se tenga que producir por fuerza mayor, por enfermedad, o porque la madre tenga que recibir un tratamiento que no se pueda postergar en el tiempo y del que depende su buena salud y bienestar, también puede implicar un duro golpe a nivel emocional en la madre.
En estos casos, habrá que, primero de todo, comprobar que efectivamente esa pauta es adecuada. Ocurre en muchos casos (lamentablemente en más de los que sería deseable) que se prescribe un destete y el tratamiento y/o la enfermedad eran perfectamente compatibles con la lactancia materna, sin riesgo para el bebé o para la madre. Una fuente fiable de consulta siempre es www.e-lactancia.org, y realmente son muy pocas las enfermedades o tratamientos que no son compatibles con la lactancia.
¿CÓMO LLEVAR A CABO EL DESTETE DE MANERA FISIOLÓGICA?
Creo que es importante resaltar que los fármacos que se utilizan para interrumpir la lactancia, generalmente la cabergolina, pueden no ser efectivos cuando la lactancia ya está instaurada. Este fármaco es eficaz cuando se administra dentro de las primeras 24 horas tras el parto, causando un descenso brusco en los niveles de prolactina, y puede ocurrir en ocasiones que aun así, sea necesaria una segunda dosis.
Las recomendaciones para llevar a cabo el destete de manera
fisiológica pasan fundamentalmente por:
- Se recomienda utilizar un sujetador que no sea demasiado holgado, pero atrás quedó ya la vieja pauta en la que se mandaba fajar y comprimir a las madres el pecho. Esta práctica no es recomendable, más bien todo lo contrario. Por tanto, las mamas deberán estar bien sujetas, con un sostén que las contenga bien pero en ningún caso las "estrangule".
- Para ir reduciendo la producción de leche poco a poco, habrá que dejar que los pechos se llenen y hacer pequeñas extracciones si hubiera molestia (lo justo y necesario) para aliviarlos, preferiblemente con extracción manual. Por eso es importante en esta etapa observar y vigilar el pecho para evitar posibles obstrucciones, incluso mastitis.
- La producción de leche funciona según la ley de la oferta y la demanda. Por tanto, si no hay demanda, poco a poco la producción irá disminuyendo. Es posible que en algunos días ya no se necesite hacer ninguna pequeña extracción. Después de la extracción se puede aplicar frío local.
- Es importante tener en cuenta que este es un proceso que requiere tiempo y paciencia ya que puede llevar algunas semanas.
- Puede ser necesario tomar algún tipo de antiinflamatorio, pero como sabes, la medicación sólo debe pautarla un médico.
Verónica Saseta.
viernes, 1 de marzo de 2019
La Buena Leche se adhiere a PeTra
Esta semana la Asociación La Buena Leche se adhiere a
la Plataforma PETRA (Permisos Iguales y Transferibles) de Maternidades
Feministas, impulsada en 2018 para dar voz a las madres frente al apoyo
unánime de los grupos parlamentarios a la propuesta de permisos de
maternidad y paternidad iguales e intransferibles.
Con
esta adhesión, la Buena Leche apoya los principios en los que se basa
la Plataforma, íntimamente ligados a la protección de la diada
madre-criatura y a la defensa de la lactancia materna como un derecho de
las madres y de los bebés.
Desde La Buena
Leche defendemos la reivindicación histórica de las madres a una
ampliación de un permiso de maternidad digno que permita como mínimo
cumplir con las recomendaciones de la OMS y de la AEP de amamantar de
forma exclusiva a los y las bebés durante sus 6 primeros meses de
vida, condición que se encuentra actualmente limitada con el permiso
materno de 16 semanas y que se traduce en la incorporación al trabajo
remunerado de la madre cuando el bebé no ha cumplido apenas los 4 meses
de vida.
El actual modelo de permisos y la
propuesta del actual Gobierno de 16 semanas iguales e instransferibles
para cada progenitor prioriza la incorporación de las mujeres al mercado
de trabajo frente a las necesidades más básicas de los y las bebés y de
las mujeres, que han transitado recientemente por procesos biológicos
de suma trascendencia emocional y fisiológica como son la gestación, el
parto y la lactancia, así como el puerperio. Estos procesos son
evidentemente de exclusividad femenina y conllevan una fase de
adaptación que bajo ningún concepto puede atenerse al apremio de la
demanda del mercado laboral.
En múltiples
ocasiones, las mujeres tras el parto deben recuperarse de
intervenciones como episiotomías, de cirugías como las cesáreas , y/o
depresiones posparto que ni siquiera han sido diagnosticadas ni tratadas
por los especialistas sanitarios dada la ausencia de programas de
atención a la salud perinatal que dejan a las mujeres desprovistas de
recursos y apoyos en esta etapa de especial vulnerabilidad.
Por
todo ello, y aunque la figura del padre, en las familias
heteronormativas, ejerce un papel muy relevante en la crianza, no es lo
mismo ser madre que ser padre, por lo que es necesario legislar desde la
diversidad de modelos de familia que se presentan en la sociedad, y
promover que los modelos de permisos de maternidad y paternidad sean
inclusivos para que cada núcleo familiar pueda organizarse como mejor le
convenga en función de sus necesidades y demandas.
Los
problemas actuales de discriminación laboral ante los que se enfrentan
las mujeres en nuestro país tiene un origen estructural, basado en los
valores de una sociedad patriarcal y a los roles de género que de ésta
se derivan, por lo que las soluciones para prevenir la discriminación
deben ir orientadas a promover una educación libre de estereotipos
machistas, blindando ( no recortando) y protegiendo con garantías los
derechos de las mujeres frente a las situaciones de desigualdad.
En
estos términos, estamos de acuerdo con la ampliación del permiso
paterno siempre que el permiso de la madre sea suficiente para respetar
los ritmos de adaptación de la madre tras el parto y las necesidades
fisiológicas de las criaturas en etapas tempranas, especialmente en el
periodo de exterogestación en las que la lactancia materna y el
establecimiento del vínculo de apego con la madre ejercen un papel
crucial en el desarrollo psicoemocional de los y las bebés. Esto solo
sería posible en modelos de conciliación asimilados a los de los países
nórdicos, en los que las familias cuentan con más de 1 año de permiso
materno y paterno a repartir en función de sus necesidades y
circunstancias sociolaborales.
De esta manera,
consideramos que únicamente prolongando los permisos transferibles,
poniendo foco en las verdaderas necesidades de las criaturas y de las
madres, respetando la diversidad de modelos de familia y dando el valor
social que se merece al ejercicio de los cuidados, estaremos legislando
de verdad para poner la vida en el centro.
Laura Torre.
sábado, 23 de febrero de 2019
Lágrimas de leche artificial
Hoy te he tenido frente a mí. Hoy has acudido en busca de respuestas. Hoy he sentido que tú, con cualquier nombre y procedente de cualquier lugar, eras reflejo de lo que algunas mujeres sienten y me he sentido estremecer.
Hoy he podido observar cómo brotaban las lágrimas por tu cara. Cómo se deslizaban por tu rostro transmitiendo tristeza sin mediar palabra. Y tu gesto, lleno de dolor. De ése dolor que lastima por dentro, luchando contra esa angustia que amarra cada palabra anclándola en cada intento de llanto ahogado.
Hoy he podido intuir en tus palabras y en tu voz quebrada, a través de cada mirada traspasándome mientras vomitabas tus sentimientos, que nadie te dijo que tus pechos no solo son proveedores de leche y no solo son fuente de alimento.
Hoy he podido sentir en mis entrañas cómo cada biberón de leche artificial que le das a tu hijo es un arañazo a tu ego de madre. Hoy he sentido impotencia cuando dudabas de tu capacidad para ser la madre de tu hijo, cuando me contabas que te sentías madre sólo a medias. Ése hijo que has gestado y has parido tú y sólo tú, en un parto duro y demoledor física y anímicamente. Un parto que aún hoy ha dejado secuelas en ti.
He podido atisbar entre todas las sombras que oscurecen tu día, que la luz sigue en ti pero algo no la deja brillar. Y por eso hoy quiero decirte algo...
No te castigues por llorar. Deja que cada lágrima fluya y arrastre consigo esa culpa injusta que te empuja sin piedad hacia el fondo. Piensa en esas lágrimas como en una liberación, déjalas brotar, déjalas atrás. Date permiso y deja florecer las emociones, indaga en ti y perdónate porque es condición humana. Libérate de esas cadenas y comprende que tus pechos no sólo son fuente de leche.
No te castigues por flaquear, por precisar sostén. No ocultes tu duelo, y vívelo, porque de él renacerás. No te sientas madre a medias, porque madre ya eras antes de engendrar. Desde el mismo momento en que algo despertó en ti el sentimiento de traer un nuevo ser a este mundo. No dejes que el hecho de querer secar tus pechos te castigue y te persiga, porque sólo tú sabes qué hay detrás de eso.
No te lastimes más y arranca ese sentimiento de culpa y pesar. Ama a tu hijo y siente cada instante que pasas con él como si fuerais los dos únicos seres del mundo, porque realmente lo sois. Sois vosotros los que estáis ahí y ahora. Al margen del alimento que le brindes así es. Porque lo que realmente necesita es que te despojes de esa culpa y respires cada momento.
Verónica Saseta
Hoy he podido observar cómo brotaban las lágrimas por tu cara. Cómo se deslizaban por tu rostro transmitiendo tristeza sin mediar palabra. Y tu gesto, lleno de dolor. De ése dolor que lastima por dentro, luchando contra esa angustia que amarra cada palabra anclándola en cada intento de llanto ahogado.
Hoy he podido intuir en tus palabras y en tu voz quebrada, a través de cada mirada traspasándome mientras vomitabas tus sentimientos, que nadie te dijo que tus pechos no solo son proveedores de leche y no solo son fuente de alimento.
Hoy he podido sentir en mis entrañas cómo cada biberón de leche artificial que le das a tu hijo es un arañazo a tu ego de madre. Hoy he sentido impotencia cuando dudabas de tu capacidad para ser la madre de tu hijo, cuando me contabas que te sentías madre sólo a medias. Ése hijo que has gestado y has parido tú y sólo tú, en un parto duro y demoledor física y anímicamente. Un parto que aún hoy ha dejado secuelas en ti.
He podido atisbar entre todas las sombras que oscurecen tu día, que la luz sigue en ti pero algo no la deja brillar. Y por eso hoy quiero decirte algo...
No te castigues por llorar. Deja que cada lágrima fluya y arrastre consigo esa culpa injusta que te empuja sin piedad hacia el fondo. Piensa en esas lágrimas como en una liberación, déjalas brotar, déjalas atrás. Date permiso y deja florecer las emociones, indaga en ti y perdónate porque es condición humana. Libérate de esas cadenas y comprende que tus pechos no sólo son fuente de leche.
Tus pechos son calor, tus pechos son protección, tus pechos son abrigo y calma.
No te castigues por flaquear, por precisar sostén. No ocultes tu duelo, y vívelo, porque de él renacerás. No te sientas madre a medias, porque madre ya eras antes de engendrar. Desde el mismo momento en que algo despertó en ti el sentimiento de traer un nuevo ser a este mundo. No dejes que el hecho de querer secar tus pechos te castigue y te persiga, porque sólo tú sabes qué hay detrás de eso.
No te lastimes más y arranca ese sentimiento de culpa y pesar. Ama a tu hijo y siente cada instante que pasas con él como si fuerais los dos únicos seres del mundo, porque realmente lo sois. Sois vosotros los que estáis ahí y ahora. Al margen del alimento que le brindes así es. Porque lo que realmente necesita es que te despojes de esa culpa y respires cada momento.
Porque tus pechos no solo son proveedores de leche. Tus pechos son calor, tus pechos son protección, tus pechos son abrigo y calma. Sólo una mínima parte de ti y del camino que os queda por recorrer juntos.
Verónica Saseta
lunes, 4 de febrero de 2019
AVISO IMPORTANTE: El encuentro de Santander vuelve a su ubicación habitual
AVISO IMPORTANTE
Os informamos que una vez finalizadas las obras de acondicionamiento del edificio, este mes de febrero los encuentros de Santander vuelven a su ubicación habitual en el:
CENTRO CÍVICO CALLEALTERO
Plaza De Los Derechos Humanos, s/n
39008 Santander
Agradecemos difusión para que esta información llegue a la máxima gente posible.
¡Os esperamos!
miércoles, 30 de enero de 2019
Entrega del calendario La Buena Leche 2019 a las socias
Aquellas socias que aún no hayáis recogido el nuevo calendario 2019 de La Buena Leche, tenéis de plazo hasta el 22 de febrero. Para ello, poneos en contacto con la asociación a través del correo para decirnos dónde queréis recogerlo:
- En cualquiera de los Encuentros:
- 4 de febrero SOLARES
- 6 de febrero CASTRO URDIALES
- 12 de febrero TANOS
- 19 de febrero SANTANDER (Que vuelve a su ubicación habitual en el Centro Cívico Callealtero)
- 22 de febrero PUENTE SAN MIGUEL
- Si no podéis acudir a un Encuentro, podréis hacerlo en Santander en el lugar que os indicaremos cuando nos contactéis.
jueves, 24 de enero de 2019
Cancelado el Encuentro del viernes 25 de enero en Puente San Miguel
Debido a las inclemencias del tiempo nos vemos en la necesidad de cancelar el Encuentro de mañana en Puente San Miguel.
Lamentamos las molestias ocasionadas. Recordad que nos podéis localizar vía e-mail, teléfono, WhatsApp o Redes Sociales.
Lamentamos las molestias ocasionadas. Recordad que nos podéis localizar vía e-mail, teléfono, WhatsApp o Redes Sociales.
martes, 8 de enero de 2019
CONVOCATORIA A LA ASAMBLEA Y COMIDA ANUAL
Casi sin darnos cuenta ha pasado otro año, ¡y es que ha sido apenas
un suspiro! Esperamos que hayáis pasado unas felices fiestas y lleguéis
cargadas de energía e ilusiones para este nuevo año que comienza.
La cita será el próximo día 26 de enero en el HOTEL SANTEMAR (Calle
Joaquín Costa, 28, Santander). La sala de reunión estará indicada en
los paneles informativos ubicados en la recepción del hotel.
En primer lugar, celebraremos nuestra Asamblea a las 11:00 h. en primera convocatoria, 11:30 h. en segunda convocatoria.
Acabaremos sobre las 13:30 h. y tomaremos algo mientras disponen el comedor para comer a las 14:00 h.
IMPORTANTE. Por cuestiones de organización rogamos nos confirméis vuestra asistencia, a una o a ambas actividades, escribiendo a labuenalecheasociacion@gmail.com antes del jueves 24 de enero.
ASAMBLEA GENERAL
Orden del Día:
- Lectura y aprobación del acta anterior.
- Memoria de actividad de 2018.
- Balance de cuentas del 2018 y aprobación.
- Organización y grupo de trabajo.
- Búsqueda de nuevas líneas de financiación
- Proyectos para el 2019.
- Fecha para la Asamblea General y la Comida Anual del 2020.
- Ruegos y preguntas.
COMIDA ANUAL
Esperamos
con ilusión reencontrarnos con todas vosotras para disfrutar y
compartir como en ocasiones anteriores en un ambiente distendido.
Animamos
a todas aquellas mujeres que se han acercado por primera vez este año a
nuestra asociación, a asociarse y participar activamente con nosotras.
El menú consta de 4 platos a elegir de primero, 4 de segundo y postre.
Agua, vino y café incluidos.
23 € IVA incluido
¡Os esperamos!
jueves, 3 de enero de 2019
¡¡¡BIENVENIDO 2019!!!
Nuevo año, nuevos comienzos, nuevos proyectos.
En estos primeros días del año, todavía estás a tiempo de visitar la exposición fotográfica de La Buena Leche que estará en el Centro Cultural Dr. Madrazo toda esta semana.
A finales de mes tendrá lugar la asamblea y comida anuales de las que os daremos pronto información y en las que sois todas y todos bienvenidos. Es el momento de planificar el año, sugerir proyectos, participar en la organización de actividades... y de disfrutar en la comida al encontrarnos las que estamos o hemos pasado por la asociación en algún momento, las que no nos conocemos por vivir en lugares alejados de nuestra geografía o por haber llegado recientemente. ¡Id haciendo hueco en vuestras agendas para el sábado 26!.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)