Cuando nos planteamos si amamantar o
no, generalmente no pensamos en la influencia que nuestra decisión tiene sobre
el medio ambiente. La lactancia materna, al margen de los beneficios que tiene
para la madre y la criatura, es una práctica limpia para la naturaleza y deja
intactos los recursos para las generaciones futuras.
Las expresiones de amor y altruismo
no se miden económicamente, por eso la leche materna no se contabiliza en la
producción nacional de alimentos. Si así fuera, su valor sería más percibido y
la sociedad tendría mayor conciencia del aporte que las mujeres hacen a la
economía nacional y doméstica.
Para que las madres puedan amamantar
de la mejor manera, la sociedad tiene que implicarse más para proteger el
vulnerable periodo de crianza, tanto como para el cuidado del planeta.
Ésta ha sido la inspiración de este año para elaborar nuestro calendario. En él queremos presentar la lactancia materna como una parte más de la naturaleza. El entorno de la mujer que amamanta necesita ser cuidado como un delicado ecosistema, por lo que es fundamental el papel de la pareja también.
Pretendemos que estas preciosas fotos de Luna L. Gutiérrez sirvan para acercar y normalizar la imagen de la mujer que amamanta. Agradecemos enormemente a todas las madres su colaboración, así como a
las demás personas y entidades que lo han hecho posible.
Asociación La Buena Leche
mala leche:
ResponderEliminarhttp://www.cuerpomente.com/ecologia/medio-ambiente/mala-leche-una-industria-muy-negra-2_383
Gracias por compartir esta información con nosotras.
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