Ring - ring... Suena mi teléfono móvil mientras paseo por la calle con mi familia. Es un número desconocido. Atiendo la llamada. Preguntan por ”La Buena Leche". Es la voz de un hombre. "Sí, es aquí, ¿en qué puedo ayudarle?"
Me cuenta que nos sigue desde hace algún tiempo y que le consta la gran labor que hacemos con las madres y los bebés lactantes. Y que por ello quiere realizar una donación a la Asociación. Sabe que alquilamos sacaleches y que esos ingresos son una inyección de fondos para una asociación modesta como la nuestra y que, por ello, había pensado que donarnos uno, era una buena opción.
Realmente en ese momento no doy crédito de lo que estoy escuchando. Desconfío... No lo voy a negar... Me suena todo raro... ¿Alguien que de manera desinteresada quiere hacer una donación, y por esa cuantía? Un poco dubitativa le derivo a mi compañera, la encargada del alquiler de los sacaleches y a ella le explico lo que me acaba de ocurrir.
Blanca recibe la llamada y le cuenta exactamente lo mismo. Hablamos entre todas las compañeras y a pesar de nuestras reservas por lo raro del asunto, le indicamos a nuestro mecenas secreto la información que nos solicita respecto al tipo de sacaleches que empleamos para alquilar, ¡y es que encima es casi una donación a la carta! Realmente, pensando que todo quedaría en agua de borrajas.
Concretamos con él la entrega. No quiere ser visto. No quiere dar su nombre. Apenas un teléfono de contacto con el que nos hemos estado comunicando. Nuestras dudas aumentan. Incluso diría que hasta miedos. ¡A ver lo que nos encontramos! ¡Seguro que ni viene! ¿Habrá sido una tomadura de pelo?
Y llega el día... Y podemos ver con nuestros propios ojos que aún quedan personas dispuestas a hacer acciones solidarias sin obtener nada a cambio. Y por ello, queremos dedicarle unas palabras:
No sabemos quién eres. Ni siquiera sabemos si estas palabras te llegarán o llegarás a leerlas algún día. Sin embargo, creíamos que era lo mínimo que podíamos hacer. Darte las GRACIAS en mayúsculas de manera pública. Decir que es un gesto que te honra, y que con él no sólo la Asociación se beneficia sino todas las madres y socias que en un momento dado lo necesiten.
Gracias de corazón.
Verónica Saseta y todo el equipo de La Buena Leche
Qué gusto ver que existen personas así , desinteresadas , como todas las q hacéis esa magnifica labor en La Buena Leche
ResponderEliminarOlga