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lunes, 17 de mayo de 2021

SEMANA DEL PARTO RESPETADO 2021


Esta semana celebramos la Semana Mundial del Parto Respetado, que desde 2004 pretende sensibilizar sobre los derechos básicos de las mujeres en la atención a su parto. El objetivo es que la legislación sanitaria de cada país sea cada vez más respetuosa, dando la máxima protección tanto a la dignidad como a la intimidad, y proporcionando información adecuada para que las usuarias puedan tomar decisiones libremente entre las alternativas disponibles. 

Es importante que las mujeres conozcan sus derechos para poder hacer uso de ellos. La experiencia subjetiva del parto va a estar relacionada con las expectativas que se tengan sobre el mismo y con la sensación que haya podido vivir la parturienta como parte activa y no pasiva, con la atención cálida y con el respeto a su plan de parto.

Desde la llegada de la  pandemia por Covid-19 los derechos básicos se han visto mermados en múltiples ocasiones, a veces sin verdadera necesidad, pero siempre impulsados por el miedo y el deseo de proteger tanto a la madre y a la criatura como al personal sanitario. En La Buena Leche creemos en la importancia de seguir manteniendo esos derechos, ya que la ausencia de ellos también pueden producir daños no deseados.

Aquí puedes encontrar más información de los derechos en la atención al parto:

https://www.elpartoesnuestro.es/informacion/conoce-tus-derechos-area-legal/conoce-tus-derechos 

Aquí tenéis la estrategia nacional de atención al parto normal:

https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/planPartoNacimiento.pdf 

Y aquí os dejamos con la experiencia reciente de una mamá. Si queréis, podéis hacernos llegar la vuestra durante esta semana. Deseamos que el parto respetado siga avanzando y extendiéndose por todos los lugares del planeta.


LA EXPERIENCIA DE LORENA

Este mes celebraremos la semana del parto respetado y otra vez, como hice con mi primer parto, os voy a contar cómo fue. 

Durante el embarazo ya me había mentalizado de lo que quería: un parto natural sin analgesia. El primer parto fue bastante rápido y, si hacía caso a la estadística, éste sería más rápido aún. Eso me motivaba más, pensaba: "si duele, al menos sé que será menos tiempo". Y según más leía y me informaba, más segura me encontraba. Además de saber que los partos sin intervención también son más rápidos. Todo apuntaba muy bien. 

Aquella mañana me volvieron a realizar la maniobra de Hamilton y hacia la medianoche entraba en Valdecilla con la bolsa rota. Aquel paseo hasta entrar en urgencias fue el repaso último, no dejaba de repetirme en la cabeza: "estamos hechas para parir". Tantas y tantas horas pensando en el parto, mentalizando a mi cuerpo de la tarea que tenía por delante de nuevo. 

Entramos, primera valoración y no había dilatado apenas, pero lo bueno es que las contracciones eran muy seguidas, con muchas ganas de pujar; así que la matrona me dijo que había mucha dinámica y que eso era bueno. 

Pues nada, nos toca hacernos la PCR y a dilatación-paritorio sola, papá se tiene que quedar fuera esperando resultado. Mierda de protocolo Covid, pero no hay otra, es lo que nos ha tocado a las embarazadas en tiempos de pandemia. 

Después fue todo muy rápido (se cumplía lo esperado) en nada ya de 6-7 cm. "Pues ya, anestesia nada", le digo. Total, si ya llevamos este ritmo y las ganas de pujar, que no se van en ningún momento. Seguimos.

Poco después, mientras hablaba con mi matrona y me ponía la vía, llegó una contracción en la que claramente note la cabeza bajar. Tras 4 pujos más y sentir el "aro de fuego" del expulsivo, mi segunda pequeña nació.

Alrededor de dos horas. No me lo podía creer. Me ayudaron a tumbarme porque me temblaba el cuerpo entero del subidón que tenía de hormonas...oxitocina, adrenalina, felicidad y de todo por mi torrente sanguíneo. 

De nuevo, otra vez, un recién nacido sobre mi pecho y ese "rayo" que te atraviesa el corazón. Otra vez me había vuelto a enamorar. En ese instante papá apareció en el paritorio, con la comunicación de nuestro negativo en la PCR; pero se perdió la llegada de la peque...otra de las m*****s del protocolo Covid. Pero bueno, me quedo con haber cumplido mi deseo de parto y que ambas estábamos perfectamente bien.

                                                                                                               Lorena G.


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