martes, 22 de junio de 2021
lunes, 31 de mayo de 2021
lunes, 17 de mayo de 2021
SEMANA DEL PARTO RESPETADO 2021
Es importante que las mujeres conozcan sus derechos para
poder hacer uso de ellos. La experiencia subjetiva del parto va a estar
relacionada con las expectativas que se tengan sobre el mismo y con la
sensación que haya podido vivir la parturienta como parte activa y no pasiva,
con la atención cálida y con el respeto a su plan de parto.
Desde la llegada de la pandemia por Covid-19 los derechos básicos se han visto mermados en múltiples ocasiones, a veces sin verdadera necesidad, pero siempre impulsados por el miedo y el deseo de proteger tanto a la madre y a la criatura como al personal sanitario. En La Buena Leche creemos en la importancia de seguir manteniendo esos derechos, ya que la ausencia de ellos también pueden producir daños no deseados.
Aquí puedes encontrar más información de los derechos en la atención al parto:
https://www.elpartoesnuestro.es/informacion/conoce-tus-derechos-area-legal/conoce-tus-derechos
Aquí tenéis la estrategia nacional de atención al parto normal:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/planPartoNacimiento.pdf
Y aquí os dejamos con la experiencia reciente de una
mamá. Si queréis, podéis hacernos llegar la vuestra durante esta semana.
Deseamos que el parto respetado siga avanzando y extendiéndose por todos los
lugares del planeta.
LA EXPERIENCIA DE LORENA
Este mes celebraremos la semana del parto respetado y otra vez, como hice con mi primer parto, os voy a contar cómo fue.
Durante el embarazo ya me había mentalizado de lo que quería: un parto natural sin analgesia. El primer parto fue bastante rápido y, si hacía caso a la estadística, éste sería más rápido aún. Eso me motivaba más, pensaba: "si duele, al menos sé que será menos tiempo". Y según más leía y me informaba, más segura me encontraba. Además de saber que los partos sin intervención también son más rápidos. Todo apuntaba muy bien.
Aquella mañana me volvieron a realizar la maniobra de Hamilton y hacia la medianoche entraba en Valdecilla con la bolsa rota. Aquel paseo hasta entrar en urgencias fue el repaso último, no dejaba de repetirme en la cabeza: "estamos hechas para parir". Tantas y tantas horas pensando en el parto, mentalizando a mi cuerpo de la tarea que tenía por delante de nuevo.
Entramos, primera valoración y no había dilatado apenas, pero lo bueno es que las contracciones eran muy seguidas, con muchas ganas de pujar; así que la matrona me dijo que había mucha dinámica y que eso era bueno.
Pues nada, nos toca hacernos la PCR y a dilatación-paritorio sola, papá se tiene que quedar fuera esperando resultado. Mierda de protocolo Covid, pero no hay otra, es lo que nos ha tocado a las embarazadas en tiempos de pandemia.
Después fue todo muy rápido (se cumplía lo esperado) en nada ya de 6-7 cm.
"Pues ya, anestesia nada", le digo. Total, si ya llevamos este ritmo
y las ganas de pujar, que no se van en ningún momento. Seguimos.
Poco después, mientras hablaba con mi matrona y me ponía la vía, llegó una contracción en la que claramente note la cabeza bajar. Tras 4 pujos más y sentir el "aro de fuego" del expulsivo, mi segunda pequeña nació.
Alrededor de dos horas. No me lo podía creer. Me ayudaron a tumbarme porque me temblaba el cuerpo entero del subidón que tenía de hormonas...oxitocina, adrenalina, felicidad y de todo por mi torrente sanguíneo.
De nuevo, otra vez, un recién nacido sobre mi pecho y ese "rayo" que te atraviesa el corazón. Otra vez me había vuelto a enamorar. En ese instante papá apareció en el paritorio, con la comunicación de nuestro negativo en la PCR; pero se perdió la llegada de la peque...otra de las m*****s del protocolo Covid. Pero bueno, me quedo con haber cumplido mi deseo de parto y que ambas estábamos perfectamente bien.
lunes, 10 de mayo de 2021
viernes, 30 de abril de 2021
viernes, 16 de abril de 2021
Nacer en pandemia: el relato de Martina
sábado, 3 de abril de 2021
lunes, 29 de marzo de 2021
10 años - Un relato de nuestra compañera Noemí
domingo, 7 de marzo de 2021
viernes, 19 de febrero de 2021
Viiolencia obstétrica, otra violencia contra las mujeres
Se acerca el 8 de marzo, Día de la Mujer, que se empezó celebrando como de la Mujer Trabajadora para reivindicar el trabajo femenino fuera del hogar pero que, una vez normalizado éste, parece que dejaba fuera a las mujeres que trabajan en el hogar o las que están en paro, es decir, las que trabajan un montón pero no cobran un sueldo. En los últimos años hacemos además alusión en este Día a la tremenda violencia que se ejerce sobre las mujeres y al alarmante número de ellas que son asesinadas por sus parejas o exparejas. Afortunadamente nos vamos sensibilizando cada vez más sobre la discriminación y violencia hacia la mujer aunque todavía debemos seguir haciéndonos preguntas.
¿Qué es la violencia? A menudo, aún se cae en el error de pensar que la violencia es un daño físico que se le hace a otra persona, algo que deja marca en el cuerpo y, si no la deja (un cachete, un empujón…), la actitud se mantiene por debajo de los estándares de la misma, o sea, algo tolerable. Pero igual o más dañina es aquella que no deja marca visible aparentemente, que la deja en nuestro interior (emociones y psique), como pueden ser burlas, menosprecio, insultos, palabras hirientes...
¿Hacia quién va dirigida la violencia? Siempre hacia el ser más débil o vulnerable, hacia aquella persona que por su condición o situación no puede defenderse de forma eficaz. Por eso sobre todo se ejerce en animales, niñas, niños, personas de edad, mujeres, y gente a nuestro cargo.
¿Quién la ejerce? Es ejercida por hombres, mujeres e instituciones. También por niños y niñas que reproducen lo que ven a su alrededor o lo que ello/as mismo/as están sufriendo. Pensemos que venimos de una sociedad basada en la violencia y que nuestra psique y nuestra cultura están impregnadas por ella, por eso no es tan fácil de erradicar. Así que nos encontramos con esa actitud en multitud de ámbitos: doméstico, educativo, laboral, sanitario… ámbitos todos ellos en los que la mujer es especial víctima por la forma machista de considerarla a través de la historia.
Así que, si todavía hay quien se resiste a aceptar que una gran cantidad de mujeres son maltratadas en sus propios hogares, aún cuesta más aceptar que en lugares tan asépticos e instruidos como puede ser un hospital, también se ejerza violencia sobre nosotras. Lo que pasa es que tenemos tan integrado el mal trato que parece que, mientras no corra la sangre, todo es normal.
La violencia obstétrica se ejerce sobre la mujer que está embarazada o ya de parto, post parto, o también durante un tratamiento de fertilidad, o en una pérdida gestacional, momentos en los que se encuentra en una situación extrema de vulnerabilidad tanto física como mental y emocional. Y se produce cuando se le falta al respeto con comentarios jocosos, se la ridiculiza, se la trata como a una niña sin conocimiento, se quita importancia a lo que siente, no se la informa, no se le dan opciones, no se la deja decidir libremente, o se le obliga a hacer algo que no quiere.
Algunas de mis experiencias directas:
...cuando en mi primer parto la matrona no me dejaba mover y se sentaba encima de una sábana que me envolvía para mantenerme quieta
...cuando tuve que aguantar que, mientras yo dilataba, ella narrase la enfermedad y muerte de su marido a mi acompañante
...cuando me pegaba azotes en los muslos para que no gritara
…cuando no respetó que dejase de latir el cordón, como habíamos pactado
...cuando en el ingreso de mi segundo bebé en neonatos por un neumotorax no me dejaban estar con ella ni probar a amamantarla
...cuando durante la cesárea de mi tercer bebé estaban hablando entre sí del fin de semana y de ir o no ir a la playa
...cuando al aceptar que me pusieran música para no tener que oírlos, me pusieron los 40 Principales
…cuando durante la cesárea comenté que me estaba doliendo el estómago y me dijeron que eso era psicológico (al poco rato vomité)
…y tantos otros detalles que no voy a desglosar aquí.
Cuéntanos tu caso. Todo esto ocurrió hace ya unas décadas, por lo que puede parecer que lo sucedido es algo de tiempos pasados y que ya no ocurren cosas parecidas, por eso os emplazo a que nos contéis vuestros casos pues, a pesar de los cambios en el protocolo de partos, la violencia se sigue produciendo muchas veces, como vimos en 2019 con el sonado caso del “parto de Oviedo”, en el que la policía se presentó en casa de una mujer que estaba ya de parto para obligarla a parir en el hospital. Porque sólo sacando a la luz nuestras experiencias y nuestro rechazo a ese trato podremos sensibilizar a más gente y conseguir que esto no se siga viendo como algo normal. Solo contándolo podremos conseguir que estas conductas acaben.
Para terminar os dejo dos links: uno en el que la psiquiatra Ibone Olza nos informa de las secuelas de la violencia obstétrica y un video en el que se entrevista a la matrona Paula Camarós sobre el tema.
Isabel Gutiérrez del Campo
domingo, 7 de febrero de 2021
martes, 5 de enero de 2021
Encuentros de Enero
lunes, 4 de enero de 2021
¡FELIZ 2021!
martes, 22 de diciembre de 2020
Feliz Navidad 2020
El año 2020 ha sido un año duro para todo el mundo, pero queremos seguir manteniendo el espíritu de celebración y esperanza valorando las cosas más importantes y esenciales que tenemos, entre ellas la crianza y el apoyo mutuo. Un abrazo para todas y que el 2021 sea mejor.
miércoles, 25 de noviembre de 2020
Encuentros on line de diciembre
