A causa de la Covid 19 los Encuentros de madres de LBL se harán on line. Permanece atenta a nuestras redes

lunes, 14 de marzo de 2022

¿Cómo vivimos el feminismo en La Buena Leche?

Hay quien dice que la maternidad es la antítesis del feminismo, porque en  la sociedad en la que vivimos la mujer, al convertirse en madre, renuncia a  muchos derechos en pro de su maternidad; Complicaciones laborales,  pérdida de independencia, renuncia de su cuerpo, de su tiempo, de su  personalidad… 


Hay quien piensa, que al convertirse una en madre, se pierde la esencia que la  caracteriza como persona, como mujer, para convertirse única y exclusivamente  en “La madre de...” pero ¡Ay, qué diferente es eso! 

La maternidad supone un cambio tan grande, que es posible que necesitemos  tomarnos un tiempo para reencontrarnos, pero cuando lo hacemos… podemos  hacer temblar el mundo. 

La maternidad de cada mujer es el ejemplo de lo poderosas que somos. Porque  lo somos. Un cuerpo capaz de crear vida, una vida perfecta, sana. Un cuerpo  que es capaz de cambiar todo su funcionamiento natural para dar cabida a una  vida. Un cuerpo sabio que es capaz de distribuir alimentos, energías, dividir las  necesidades y aportar a cada uno lo que necesita: el cuerpo de la mujer.  La maternidad es una forma de reivindicar nuestro derecho de decidir, decidir sobre  nuestro cuerpo, nuestra forma de vivir, nuestra forma de criar. Nunca acercarnos a nuestra parte más irracional nos hizo encontrar el sentido a las cosas como lo  hacemos después de ser madres

Desde La Buena Leche, vivimos el feminismo reivindicando nuestro derecho a maternar, nuestro derecho a elegir, nuestro derecho a amamantar y demostrar  que a las mujeres se nos han robado muchas cosas (la crianza, entre ellas) y  que estamos dispuestas a recuperarlo. Reivindicamos nuestro derecho a no  juzgar a otras, a compartir experiencias desde el respeto, a fomentar la sororidad entre las mujeres a las que acompañamos y las que nos acompañan. Se acabó  para nosotras continuar en un sistema patriarcal que nos invita a mantener una  guerra abierta entre nosotras, a exigirnos y envenenarnos entre nosotras, a  menospreciarnos. Se acabó tener que compararnos, sentirnos competencia.  Desde La Buena Leche, lo que queremos es sentirnos amigas, compañeras,  madres todas. Mujeres que viven una maternidad LIBRE, informada y llena de 

decisiones que nos hagan crecer y por supuesto, nos encanta vivir de maternidades compartidas. 

Hay quien dice que la maternidad es la antítesis del feminismo, porque en  la sociedad en la que vivimos la mujer, al convertirse en madre, renuncia a  muchos derechos en pro de su maternidad; es por esta razón, por está discriminación social, contra quienes creamos y mantenemos vida, por la que el 8 de marzo es tan importante para nosotras.  

Porque madres somos muchas, MUJERES somos todas.


Texto: Annia González Horta.


sábado, 29 de enero de 2022

Regalos sensibles, recuerdos inolvidables.



Cuando nace un bebé todas las personas de su alrededor desean conocerlo, cogerlo, besarlo… Es un acontecimiento que no deja indiferente a nadie y nos gusta participar del nacimiento, olvidándonos en muchas ocasiones de los papás y mamás, especialmente de la recién estrenada mamá, que se enfrenta a una recuperación tras el parto, al inicio de una lactancia (que puede ser plenamente satisfactoria o todo un reto en esos comienzos) y a un sinfín de situaciones a las que debe adaptarse ahora que hay un nuevo miembro en la familia.





Si preguntamos a una pareja o a una mamá o papá en solitario “¿Qué necesitáis?” generalmente nos referimos a necesidades materiales. Por supuesto, siempre son bienvenidos los regalos como la ropa, los pañales, jabones o cremas, pero lo más probable es que cuando hemos colmado de todos los regalos habidos y por haber, la respuesta generalmente es “No necesitamos nada, tenemos de todo”. Aquí es donde debemos poner en marcha nuestro más valioso sentido de la empatía y recordar -sobre todo quienes ya hayamos pasado por el camino de la maternidad/paternidad- qué es lo que más hubiéramos agradecido cuando nació nuestro bebé. ¿Conocéis a alguien que haya dicho “Necesito ayuda con la casa”?

Una mamá, un papá, una pareja que acaba de tener a su cría, necesitan muchas cosas para poder encargarse de su bebé. Necesitan tiempo para conocerse a solas, necesitan no preocuparse por otras tareas más irrelevante pero igualmente necesarias para el correcto funcionamiento del hogar (comida, colada, limpieza, compra). Tendemos a centrarnos en las necesidades que tiene el bebé, cuando lo único que el bebé necesita es a su madre cerca. Sin embargo, una vez que la mujer ha dado a luz, se la deja de lado como si hubiera dejado de importar. La experiencia nos dice que una mamá sana y feliz equivale a un bebé sano y feliz. Es decir, si mamá está bien, tendrá la energía y la fuerza suficiente para cuidar de su bebé. 

Por lo tanto, se nos ha ocurrido una lista con posibles regalos, tanto para mamá como para papá. Por supuesto, lo más rápido es preguntarles sus preferencias o regalar un vale, así podrán elegir dónde comprar el producto o servicio. De otra forma, si queremos que sea una sorpresa, deberemos indagar con picardía o actuar con neutralidad, y asegurarnos de que el producto pueda cambiarse o devolverse.


Como propuestas para cuidar bien a  la mamá, las mamás y el papá o los papás que se estrenan, hemos escogido las siguientes:

  • Comida casera a domicilio, catering semanal: Con la llegada a casa, muchas familias tendrán que aprender los nuevos ritmos de vida que conlleva un bebé y les costará un poco adaptarse a las nuevas tareas organizativas. Tener comida saludable en la nevera siempre resultará ser mejor regalo que algo que no sabes si van a utilizar.


  • Limpieza a domicilio: con la limpieza ocurre lo mismo que con la comida, son cosas necesarias que hay que hacer. Además, será de agradecer poder cuidar al bebé en un ambiente limpio y ordenado, lo que minimizará las preocupaciones.


  • Masaje a domicilio o en consulta: cualquiera que haya dormido en una cama o un sillón de hospital sabe lo necesario que es que te recoloquen las vértebras al volver a casa. Nada como un masaje para quedar estupendamente. Esto cuenta como regalo para el papá, para el bebé o para la mamá. Después del gran esfuerzo que supone el parto y los primeros días de lactancia, serán necesarias unas sesiones de fisioterapia para volver a colocar cada músculo en su sitio y sentir un rato de alivio y relax.


  • Sesiones de Indiba: es un tipo de tratamiento por radiofrecuencia, no invasivo, indoloro y sin efectos secundarios; potencia la recuperación de los tejidos, produciendo una aceleración en los procesos de regeneración. Su efecto analgésico se emplea para el tratamiento de dolores osteomusculares, hematomas y edemas. El aumento de producción de colágeno y elastina es clave para el tratamiento de todo tipo de cicatrices fruto de desgarros, episiotomías, cesáreas, etc.


  • Fisioterapia de suelo pélvico: El suelo pélvico de la mamá se verá necesariamente afectado después del embarazo y ayudar con su recuperación puede ser muy útil.


  • Colaboración con la silla a contramarcha; no todo el mundo lo sabe, y por eso nos parece importante mencionar este dato: no todas las sillas que están a la venta en el mercado cumplen los requisitos necesarios para ser una silla segura. Por ello, se buscará una silla que haya pasado lo que se llama “Plustest” que es uno de los sellos más reconocidos a nivel internacional en materia de seguridad vial. Estas sillas suelen tener un precio bastante elevado, y no cualquier silla es válida para cualquier coche, por tanto, una buena idea puede ser, que si estáis pensando en hacer un regalo entre varios, pongáis dinero para una silla a contramarcha, o que habléis con la pareja y les ofrezcáis dinero con ese fin.
  • Mochila ERGONÓMICA: ergonómica en mayúsculas, sí. Aquí vuelve a pasar un poco como con las sillas del coche, hay mucha variedad en el mercado pero no todo es válido para un correcto desarrollo del cuerpo del bebé. Portear es una maravilla, pero mejor si se hace bien. Hay que buscar cuál puede ser la mochila que mejor se adapte al cuerpo de quien va a portear y mejor si nos asesoramos con especialista y huimos de tiendas de puericultura al uso.
  • Aceite rosa mosqueta: el único aceite que además de hidratar, regenera. Debe ser color ámbar y oler fuerte. ¡Ese es el bueno! 


Por último, debemos recordar mantener el respeto. No hay mejor regalo que dirigirte con cariño y preguntar ¿Cómo estás?, hacer visitas cortas y no dar trabajo. Podemos aprovechar, también, para sacar la basura o hacer algún recado; limpiar, sacar al perro etc. Si hay hermanos mayores, no nos olvidemos de que podemos tener un detalle también, y prestarle atención. La necesitará.


En nuestra sociedad lo habitual es hacerle un regalo al bebé, cosas que creemos que pueden necesitar o que nos gustaría que tuvieran como recuerdo. Así que, os dejamos una lista con el tipo de regalos que se agradece recibir para tu bebé:


  • Pañales: un imprescindible, sería ideal que nos asegurásemos de saber que tipo de pañal van a utilizar, muchas familias optan por los pañales de tela por ser más respetuosos con la piel del bebé además de con el medio ambiente. Si optan por esta opción tendrán que hacer una inversión inicial muy grande para tener pañales suficientes. Económicamente es una buena opción ya que la inversión inicial hará que se ahorren dinero los próximos años. Si por el contrario deciden utilizar pañales desechables, hablaremos con ellos sobre la marca y la talla que más crean que van a necesitar. 


  • Masaje craneosacral o de fisioterapia: no es algo de lo que se informe habitualmente, pero muchos bebés nacen con tensiones (especialmente en cuello y hombros) y esto les impide, en ocasiones, mamar de forma eficaz. Pueden causarles, incluso, dolor o mucha molestia. Un masaje es una opción estupenda.



  • Aceite de almendras dulces: el aceite de almendra será una buena opción para la piel del bebé cuando nazca. Una vez que necesite hidratación el aceite de almendras PURO, le hidratará correctamente con sólo unas gotitas. 


  • Vaso de aprendizaje y vajilla para la AC: aunque la Alimentación Complementaria no comienza hasta los 6 meses, este es un gasto que habrá que hacer tarde o temprano. Y, aunque nos parezca mentira, ¡6 meses pasan volando! Si creemos que van a tardar mucho en darle uso y queremos algo que puedan utilizar antes, podemos acompañar este regalo con algún libro sobre la alimentación de los bebés o incluso algún curso introductorio a la alimentación complementaria para que lleguen totalmente preparados a ese momento.


  • Calzado respetuoso: nos movemos un poco en la línea anterior. Los bebés no necesitan calzado en sus primeros meses de vida. Ahora bien, cuando comiencen a necesitarlo no valdrá con cualquier tipo de calzado. Los zapatos deben tener unas características concretas y volvemos a la misma situación que con las sillas a contramarcha, el desembolso económico puede ser importante. 


  • Canastilla de Lactancia: por normal general, para dar el pecho, solo se necesita tener tetas. Pero a veces, hay cosas que nos pueden venir muy bien, no sólo para los inicios, sino para el tiempo que dure la lactancia. Muchísimas mujeres que dan el pecho no necesitarán un sacaleches en toda su lactancia. No se lo regales por sistema, puede hacerle dudar de su cuerpo. No decimos que no sea un buen regalo, si te transmiten la necesidad de uno o el deseo de tenerlo, adelante, pero si no, podría resultar inservible. En una canastilla podemos incluir: discos de lactancia, pelotas para masaje, colector de leche, collar de lactancia, aceite de oliva monodosis para los primeros días, una muselina…y algunas de las ideas anteriores como tal, o en tarjetas regalo.



Si se diese el caso de que, por alguna razón que aún se desconoce, la lactancia no está funcionando, conviene no regalar opiniones y consejos sin tener seguridad de que se requieren. Lo que necesita una familia en un momento así es apoyo, comprensión, ánimo y, sobre todo, el reconocimiento de que lo están haciendo bien y de que su esfuerzo valdrá la pena. Si crees que está en tu mano ayudar, busca profesionales que puedan asesoraros, asociaciones, libros, información… y así podrás transmitirle a esa familia una información que contribuya a que todo vaya mejor poco a poco.


Llegar a casa con un bebé es una experiencia que sólo quien la ha vivido conoce. Los comienzos son lo más precioso y, a la vez, lo más duro a lo que se puedan enfrentar. Cuando vayáis a visitarlos, preguntad primero y, a ser posible, evitad las últimas horas de la tarde pues los bebés suelen revolverse un poco a esa hora. No cojáis al bebé sin permiso, sin lavaros las manos y, tal y como estamos ahora mismo, no os acerquéis sin mascarilla.


El mejor regalo es el que hace sentir bien a esa nueva familia y será el que se quede siempre ahí, formando parte de sus recuerdos.



Annia González Horta y Luna L. Gutiérrez para La Buena Leche.


jueves, 25 de noviembre de 2021

Violencia obstétrica, algo más que una moda


Hoy es 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. 

Desde La Buena Leche queríamos acercarnos y acercar a nuestras lectoras a la violencia obstétrica, considerada una forma de violencia contra las mujeres de la que aún no se conoce mucho.

Según la OMS, la violencia obstétrica es aquella que sufren las mujeres durante el embarazo o el parto al recibir un maltrato físico, humillación y abuso verbal, o procedimientos médicos coercitivos o no consentidos.

A pesar de que un amplio porcentaje de sanitarios afirma que no existe violencia obstétrica en nuestra sociedad, un 67,4% de las mujeres en España afirma haberse visto envuelta en una situación que podríamos definir como tal.

Desde el mismo momento en que escuché por primera vez a una mujer, mi madre, contar su experiencia y finalizar la narración diciendo “es que antes se hacía así”, saltó en mi cabeza una alarma que me decía que a lo mejor se hacía así, pero que eso no podía ser lo normal. Y vaya, resulta que sí, que es lo normal, porque hemos normalizado esas prácticas. Porque sigue ocurriendo 34 años después. Porque las mujeres seguimos siendo víctimas de un problema que es global y sistemático. Se nos falta al respeto, se aprovechan del sentimiento de culpa, se nos habla de forma poco adecuada y en muchas ocasiones no se respeta nuestro cuerpo como debería ser respetado.

¿Los profesionales que nos atienden ejercen esta violencia de forma consciente? Pues es posible que no, es posible que cuando la matrona del centro de salud te dice “Con ese peso a ver como ayudas a tu hijo a nacer”, probablemente crea firmemente que te está ayudando o lo hace bajo la convicción total de que está haciendo su trabajo, pero tenemos que acabar con esto.

La OMS considera que la tasa ideal de cesáreas llevadas a cabo debería estar entre el 10% y el 15% de los partos atendidos. Sin embargo, las cifras nos dicen algo muy distinto: en Cantabria prácticamente se supera en un 7% esa cifra (en hospitales públicos) y nos enfrentamos a un porcentaje de alrededor del 40% en hospitales privados.

¿Qué significa esto?

Que se están llevando a cabo prácticas innecesarias con nuestro cuerpo y , cuando se llevan a cabo, estas prácticas se perpetúan con la excusa de que es por nuestro bien y el de nuestros bebés.

¿Deberían desaparecer las prácticas médicas de este tipo?

Rotundamente no, tanto las cesáreas, como las episiotomías, como los partos instrumentales, son prácticas absolutamente necesarias, pero hay que tener muy claro cuándo hay que hacer uso de ellas, y por qué razones.

En el momento en que se piden explicaciones, se interponen denuncias o simplemente “nos atrevemos” a comentarlo con el personal sanitario, las respuestas que recibimos refieren que las mujeres percibimos violencia donde no la hay, que es posible que no hayamos entendido que el procedimiento es el necesario, que no tenemos la edad adecuada... es decir, la culpa es nuestra. Tenemos la necesidad urgente de hacer entender que, cuando se nos practica una maniobra Kristeller*, se está ejerciendo violencia, cuando se nos atan las manos para realizarnos una cesárea, se está ejerciendo violencia, y cuando se nos realiza una episiotomía** (de forma injustificada) se nos está mutilando genitalmente. Por lo tanto, podríamos afirmar que estamos ante un tipo más de violencia de género.

Y es posible que ésta sea la razón por la que al personal sanitario, y a los órganos encargados de terminar con estas prácticas les cueste tanto reconocer su existencia, porque asumir que se está ejerciendo violencia de género en una profesión que tiene que mirar por nuestra salud, no debe ser nada fácil.

La autora Esther Vivas nos anima a cambiar el concepto de embarazo y parto como principio para acabar con este tipo de violencia: "Tenemos que cambiar este imaginario, concebir el embarazo y el parto como procesos fisiológicos y normales, no como patologías. Existen asociaciones como El Parto es Nuestro o Dona Llum que están trabajando mucho en este ámbito y han conseguido avances muy significativos". Y apunta con firmeza: "Para revertirla se pueden hacer varias cosas: para empezar hay que reconocer que la violencia obstétrica existe; hay que crear alianzas con los profesionales de la salud para avanzar hacia un tipo de parto respetado, y hay que incorporar una perspectiva de género y feminista en la formación del personal sanitario".

Marta Busquets, abogada y activista, lucha por visibilizar y concienciar a las mujeres sobre violencia obstétrica y cómo combatirla, a partir del conocimiento de los propios derechos sobre el parto. La jurista escribió su libro Mi embarazo y mi parto son míos basándose en los testimonios de mujeres que no se habían sentido respetadas en su parto y protagoniza, junto a Esther Vivas y otras muchas profesionales y activistas, un movimiento que está levantando ampollas. Como toda lucha incipiente, que remueve los cimientos machistas sobre los que nuestra sociedad, cultura, educación y sanidad están basados, el reconocimiento de esta violencia no está siendo un camino de rosas y mucho menos la lucha para su erradicación. Nos quedamos, para terminar, con las certeras palabras de Busquets "Es importante nombrar la violencia obstétrica, muchas mujeres no saben que la han sufrido", confiando en que lo que se nombra y se lucha, acaba por terminarse. Al menos, desde esta asociación que defiende el quererse y tratarse bien, ese es nuestro deseo.


Annia González Horta y Laura Martínez Cobo para la Asociación La Buena Leche


* La maniobra de Kristeller consiste en ejercer presión sobre el abdomen de la mujer con el supuesto fin de favorecer la salida del feto. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, en sus recomendaciones de 2007, afirma que la maniobra de Kristeller está contraindicada para facilitar el descenso del feto. Esta maniobra puede causar a la madre traumatismos que van desde hematomas y dolor en las inserciones musculares y fractura de costillas hasta rotura del útero e inversión uterina, que pueden provocar a su vez hemorragias graves y, en casos extremos, conducir a la extirpación del útero. En cuanto al bebé, también puede producirle traumatismos y lesiones como las del plexo braquial, que provocan la parálisis de Erb.(Fuentes: El País y El Parto es Nuestro).

** Una episiotomía es una incisión que se hace en el perineo (el tejido entre la abertura vaginal y el ano) durante el parto. Aunque el procedimiento antes era una parte rutinaria del parto, ese ya no es el caso.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Encuentro online de noviembre

Este mes sólo vamos a ofrecer un encuentro online porque... 
¡volvemos con los encuentros presenciales! 
Consulta nuestras redes sociales para más información.



miércoles, 22 de septiembre de 2021

Conociendo La Buena Leche: Isabel y Luna; pasado, presente y futuro de nuestra asociación.



La Buena Leche es una asociación sin ánimo de lucro fundada en febrero de 1997 por Isabel Gutiérrez, Marta Basanta, Blanca Martínez, Josefina Fernández -activas en ella hasta nuestros días- junto con María Luisa Ramos, su primera presidenta, y la ayuda de las matronas Yolanda Martín y Begoña Calvo. Su intención era crear una red de madre a madre desde la que compartir información y apoyarse, a través de su experiencia.


Con el objetivo de acercar la asociación a nuestras lectoras, nos hemos sentado con dos mujeres de La Buena Leche: Isabel Gutiérrez y Luna L. Gutiérrez, en una atmósfera agradable donde se respira cariño, comunicación, respeto absoluto al turno de palabra y mucha complicidad. No en vano, Isa y Luna son socias y, además, madre e hija.

 


TODO EMPEZÓ CON LA TERCERA


“Esto empezó con la tercera” nos cuenta Isa, refiriéndose a la fundación de la asociación y a la tercera de sus hijas, Hada (Arce y Luna son los mayores), con la que sumó casi 8 años de lactancia prácticamente ininterrumpida. “La gente flipaba conmigo”, dice, porque, aunque para entonces ella era plenamente consciente de que la teta no tiene una fecha de caducidad marcada de antemano, la sociedad que la rodeaba, hace 25 años, sí lo creía. “Ahora ya está la gente más acostumbrada a ver criaturas más mayores mamar pero entonces, no”, añade.

 

Pero, a lo que íbamos: la fundación. Isabel fue una de las fundadoras de la asociación y nos cuenta cómo fue y con quién, y el contexto en que se encontraban. Nos habla con cariño de las mujeres con las que se fundó La Buena Leche pero, entre dato y dato, no para de destacar que la asociación le ha dado la satisfacción de haber conocido a muchas mujeres, de haber creado lazos de amistad muy potentes y de haber podido ayudar a madres aunque simplemente fuese por el hecho de acercarse a ellas y escucharlas. “El lugar común es el sufrimiento debido a la soledad que se siente, a querer amamantar y que a la vez todo se derrumbe a tu alrededor”, nos dice, y ahí queda esa frase como eje vertebrador de una charla de lo más nutritiva. 

 

Con Isabel es sencillo transportarse a un Encuentro de La Buena Leche de entonces, llevado por ella y con sus tres criaturas acompañándola, y ahí es donde entra en juego Luna, que se sonríe pensando que ahora muchas madres dicen “no puedo ir a los Encuentros porque tengo a los niños” con todo lo que ella acompañó a su madre a los mismos... Recuerda que tanto ella como sus hermanos se llevaban cosas para pintar y libros para entretenerse, pero “resulta que el libro volvía a casa por la misma página que salía porque se sentaban a mirar y a escuchar”, nos cuenta Isa. Se miran entre ellas mientras lo recuerdan y en ese momento se ve claro el origen de la vinculación de Luna con la asociación. Cuando se le pregunta desde cuándo es socia no se acuerda, lógicamente, pues lo es desde que era una cría, con y sin cuota de participación. Luna recuerda las numerosas llamadas telefónicas que recibía su madre y cómo ella misma ayudaba a aquellas mujeres cuando Isabel no estaba. “Recuerdo decirle a una mujer que podía tomar paracetamol” evoca Luna, con asombro, mientras su madre la mira con una mezcla de ternura y orgullo. Ambas están convencidas de que las lactancias de Luna han sido exitosas gracias a haber visto reuniones y soluciones. Luna dice haber sido siempre muy consciente de las dificultades que podía encontrar pero, también, dice tener mucha suerte y mucha “confianza real” porque ha visto las soluciones.


Luna es una mujer vehemente y cree firmemente en un feminismo que abrace la maternidad y la lactancia materna, aunque no quiere que esta manera de pensar la clasifique como una “loca de la teta”. Defiende que la promoción de la lactancia materna no es sinónimo de presión para que las madres amamanten. De hecho, le interesan mucho los motivos por los que una mujer decide no hacerlo y cree que hay una necesidad clara de empoderamiento en este sentido. “Hay mucho avance”, y “mucha teoría, mucho gurú, mucho manual,” opina, “pero poca guía”. Reconoce que todo ello contribuye positivamente, propiciando que las mujeres que desean amamantar estén más informadas pero, tanto ella como Isa, creen que somos una sociedad que piensa mucho las cosas, las lee, las escucha y las analiza pero no se para a sentirlas.

 


Isabel y Luna siendo niña.

NI TEORÍA NI INSTINTO


Los 25 años que Isabel y Luna llevan perteneciendo, directa o indirectamente, a la asociación y escuchando a mujeres a través de ella, les han dejado claras algunas cosas en las que insisten mucho durante nuestra charla. Una de ellas es que dar teta “no es una teoría ni un instinto” y ambas insisten en que “el bebé nace con instinto pero la madre no lo tiene. “Las madres aprendemos a amamantar”, afirman y, ante la pregunta ¿Cómo? ellas tienen una respuesta firme: viendo amamantar a otras. “Hay que ver mamar” dice Isabel con contundencia. “Tiene que haber cultura”. De ahí que la piedra angular de La Buena Leche sean sus Encuentros. Las consultas son importantes y se atienden muchos casos individualmente pero el encuentro tiene esa magia de sentarte junto a otras madres y verlas dar teta. Los Encuentros de La Buena Leche, que comenzaron a hacerse en los centros de salud (mientras estos tuvieron horario de tarde), sirvieron para normalizar el acto de lactar: “El hecho de hacerse en los centros de salud aportaba la imagen de no ser una locura rara”, nos dice Isabel. Cuando todo esto comenzó, Isa recuerda tener un exceso de entusiasmo que, con el tiempo, aprendió a controlar “para no avasallar”. “Las mujeres de LBL son mujeres de todo tipo, mujeres muy diversas, y eso es tan bonito y tan enriquecedor...”, nos cuenta, mientras se recrea en la cantidad de amistades que se han creado con esta red de madres. Aún están muy activas en LBL cuatro de las primeras socias, Blanca, Josefina, Marta B. y la propia Isabel, precisamente con el vínculo de esa amistad uniéndolas todavía.

 


PRESENTE Y FUTURO


Le preguntamos a Luna sobre el presente y el futuro de La Buena Leche. Luna tiene dos hijos pequeños y muchas ganas de dar impulso a la asociación desde muchos ámbitos. Cree que se la valora poco, que se ignoran algunos logros de esta asociación, como, por ejemplo, su implicación en la creación del Banco de Leche Materna del Hospital Valdecilla o que la asociación organizó y organiza charlas y exposiciones verdaderamente importantes. Ambas recuerdan con cariño, que se ha contado con personas muy influyentes en el campo de la crianza, como el pediatra Carlos González, y nos recuerdan que se acerca la fecha del coloquio con Marta Busquets, escritora, activista y divulgadora (próximo 11 de octubre).

 

A la pregunta "¿en qué momento se encuentra ahora mismo la lactancia materna y qué hace falta?" Luna responde:  “Las madres salen mejor atendidas del hospital, salen con confianza y muchas se buscan la vida por internet, donde hay mucha información." "Además hay más grupos de matronas en los centros de salud”, añade Isa. “Pero hay necesidad de compartir, de hablar, de verse, de vernos”. La pandemia ha hecho estragos en muchos ámbitos pero, para una asociación que basa su actuación en encontrarse y atender como madres a otras madres y que, además, organiza talleres, charlas, picnics y “tetadas” (reuniones para dar visibilidad y normalizar el acto de mamar), la falta de presencialidad está mermando mucho la plenitud de su actividad. 

 

Luna e Isabel en la actualidad.

ERRADICAR LA CULPA


Si algo tienen claro Isa y Luna es que las madres necesitamos escuchar “No es culpa tuya. No es culpa de tu hijo. Pero hay una solución”. Y saber que hay soluciones para casi todo. La culpa, que siempre acompaña a la maternidad, hace mucha pupa en esta parte tan importante de la crianza que es la lactancia, y la manera en que la sociedad nos vuelve seres cada vez más individualistas, que viven de espaldas a su comunidad, alimenta ese sentimiento de culpa. Nos convertimos en madres pero no se nos permite dejar de ser productivas. La sociedad nos quiere criando, con la casa limpia y recogida, “y no somos capaces de dar la bienvenida al caos”, como dice Isabel. “La lactancia no encaja en ese esquema” porque, según Luna, “el patrón social solo contempla un tipo de productividad”. De ahí su defensa del derecho a ver y vernos criar, a abrir las puertas y respirar en un ambiente de comunidad, de tribu. 


Entre risas y anécdotas de índole personal, hemos rozado las tres horas de charla y reconocemos que se nos han pasado volando. “Porque estábamos compartiendo en un ambiente distendido”, insiste Isabel y eso es, precisamente, lo que busca La Buena Leche: crear esa red de apoyo de madre a madre. “Algunas somos asesoras, otras no, pero todas tenemos algo que aportar” concluyen Isabel y Luna, “y todas estamos en La Buena Leche como madres”. 

 



 

 Laura Martínez Cobo



jueves, 5 de agosto de 2021

5 razones para elegir lactancia materna


La 
Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, es una campaña mundial coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) para crear conciencia y estimular la acción sobre temas relacionados

Desde La Buena Leche os dejamos cinco razones para apostar por la lactancia materna y celebrarla, o, al menos, para intentarlo:

1.- La lactancia materna por salud... y no solo la del recién nacido

Los beneficios de la lactancia materna para la salud del bebé son innumerables, pero se habla menos de los beneficios que esta práctica comporta para las madres y nos parece importante destacarlos. El parto y posparto son momentos en los que todo el mundo, empezando por la propia madre, se centra en que la criatura recién nacida se encuentre lo mejor posible. La persona que lo gesta y pare, a menudo, se relega instintivamente a un segundo plano. Estas primeras horas, primeros días y primeras semanas debemos cuidar del recién nacido, y de la madre que lo parió, también. La lactancia materna es la aliada perfecta para que ambos seres salgan adelante en las mejores condiciones.

En este enlace se detallan algunos de los beneficios que la lactancia materna le aporta a la madre:

2.- La lactancia materna como apuesta eco-friendly

En su libro Mamá desobediente, Esther Vivas expone: "Mención aparte merece el negativo impacto medioambiental de la producción y distribución de leche artificial" y afirma, en base a los datos recogidos acerca del impacto medioambiental de la leche de fórmula en su generación, "Ninguna otra leche es tan <<kilómetro cero>> como la humana" aludiendo a que, en la mayoría de los casos, la necesidad de ser alimentada de una criatura recién nacida, se resuelve de manera fisiológica.

3.- La lactancia materna como acto feminista

Vivas defiende que "La lactancia materna puede ser considerada una práctica feminista, ya que favorece a las mujeres en particular, pero también a la comunidad en general, la cual sale ganando con el bienestar de madres y criaturas. La teta es vindicada en clave de salud, pero también en clave emancipadora, por la capacidad que nos otorga de amamantar al margen de intereses privados y sin dependencias externas." 

En este enlace nos lo cuenta:

4.- Cada gota cuenta... su propia historia

"[...] el bebé es un mamífero, y no solo en busca de comida sino de afecto y sosiego" Odent M., El Bebé es un mamífero, Tenerife: Editorial OB STARE, 2014.

La leche humana es un fluido vivo. Esta afirmación es una llamada a reflexionar acerca de lo que nos jugamos cuando hablamos de razones para apostar, defender y difundir la lactancia materna. Un fluido vivo es un alimento que varía su composición en función de las necesidades nutricionales de la criatura que alimenta. Esto implica que una toma no aportará lo mismo que la anterior ni la posterior, siendo estas más ricas en unos nutrientes que en otros en función de la necesidad puntual del bebé. Sus componentes varían entre mujeres e incluso en la misma madre a distintas horas del día, entre ambos pechos, entre tomas, durante una misma toma y en distintas etapas de la lactancia.


5.- La lactancia materna porque te apetece y para disfrutarla

"Porque las tetas otra cosa no, pero gustosas….lo son un rato. 
He pensado en mis lactancias que fueron de lo más satisfactorio y placentero ¡que he tenido en la vida! Ese desear engancharte a tu bebé, y en cómo el placer te recorre el cuerpo! Espero y deseo que todas las mujeres sean capaces de gozar de sus tetas en cualquier momento de su vida. Sean como sean. Viéndolas perfectas forever and ever. Porque todas lo son. ¡En lo bonito que es ver unas tetas chorreando! 
Pienso en cómo las he disfrutado de madre lactante y cómo las disfruto como mujer."

En su cuenta de Instagram, la matrona Laura Cámara celebra la Semana Mundial de la Lactancia  Materna 2021 rindiendo un simpático y desenfadado homenaje a sus tetas. Alba Padró, por su parte, defiende siempre que lo hagas porque te apetece y muchas madres que acuden a nuestra asociación en busca de apoyo afirman que lo hacen porque "se lo pide el cuerpo" y lo sienten como una necesidad fisiológica.

Desde La Buena Leche os animamos a buscar vuestra(s) propia(s) razon(es) para amamantar porque esas serán siempre las mejores.







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La Buena Leche, creando redes de madre a madre