El privilegio de ser matrona
Gloria Ana del Llano, Rosa Vaqué e Isabel Egués son tres de las 34 profesionales que atienden a las mujeres de Cantabria durante su adolescencia, embarazo y menopausia
«Yo tengo vocación de matrona. Creo que nuestro trabajo es tan duro, tan lleno de responsabilidad que no comprendo que pueda hacerse únicamente a cambio de unas monedas. Hay que sentirlo y hacerlo con vocación. Entonces las dificultades se achican, las molestias personales se desvanecen y la profesión se convierte en una hermosa misión de ayuda al prójimo». Así comienza el libro 'El parto sin dolor', que Gloria Ana del Llano, la matrona de Camargo, guarda con un cariño especial por varios motivos...
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Gloria Ana del Llano, Rosa Vaqué e Isabel Egués son tres de las 34 profesionales que atienden a las mujeres de Cantabria durante su adolescencia, embarazo y menopausia
«Yo tengo vocación de matrona. Creo que nuestro trabajo es tan duro, tan lleno de responsabilidad que no comprendo que pueda hacerse únicamente a cambio de unas monedas. Hay que sentirlo y hacerlo con vocación. Entonces las dificultades se achican, las molestias personales se desvanecen y la profesión se convierte en una hermosa misión de ayuda al prójimo». Así comienza el libro 'El parto sin dolor', que Gloria Ana del Llano, la matrona de Camargo, guarda con un cariño especial por varios motivos...
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Gloriana, una cachonda(en el buen sentido), es increible el sentido del humor que tiene, hasta sus clases se podría decir que hacías terapia de la risa...amable con la lactancia y pendiente de las chicas, enhorabuena por el reportaje!!la recomiendo para quienes vayan al Centro de salud de Camargo
ResponderEliminarPues aunque a mi no me ha tocado no he oido siempre hablar bien de sus clases. Por lo visto no es muy amiga del parto fisiológico, no entiendo que tenga el libro de Consuelo Ruiz como oro en paño... igual lo tiene de adorno.
ResponderEliminarYo tuve una matrona con la que me reía mucho, Cinta Millán, pero eran clases de preparación al matadero y apoyaba la separación de madres y bebés, total, decía que qué más daban 8 horas separados si luego lo teníamos el resto de nuestras vidas con nosotras.
Yo de las tres me quedaría con Rosa Vaqué, no hay más que ver la dulzura de su cara.