Cuando desde Loba Film nos anunciaron que el documental Loba sería proyectado en Santander y nos pidieron colaboración en la difusión y amadrinamiento de la proyección, no lo dudamos ni un momento. Junto con El parto es nuestro y Ojana, decidimos sumarnos y apoyar esta acción de visibilización y normalización de uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer, el parto.
El parto no está asimilado por nuestra sociedad a la vida sexual de la mujer, sigue siendo un gran tabú. Y, sin embargo, forma parte de esa faceta de nuestras vidas, y no sólo eso, sino que implica un antes y un después en la vida de todas nosotras.
Es imposible terminar de ver Loba sin estremecerse. Todos los testimonios que se relatan en el film, son tratados de una manera delicada y respetuosa. Sosteniendo el dolor en muchos casos de las mujeres que relatan sus experiencias, sus vivencias, su dolor. Porque hay heridas de dejan huella. Y el paso del tiempo, cura la huella física, pero no la emocional.
En Loba podemos escuchar el grito ahogado de esas mujeres que quieren hacer entender al mundo que su experiencia marcó un antes y un después. Que su experiencia importa, y que no sólo implica la llegada de sus hijos. Es mucho más. Es la expectativa rota por las intervenciones normalizadas del personal sanitario y de esta sociedad que ha asimilado el parto como un acto quirúrgico. Es el sueño desvanecido de aquellas mujeres a las que no dejaron escribir su historia sin justificación alguna, porque, al parecer, algo iba mal. Es el ritual más sagrado llevado a la ciencia. Loba es el testimonio en primera persona de mujeres que mantienen el recuerdo de un parto, no siempre, pero en ocasiones, robado.
En Loba se hace visible la diferencia evidente que existe y el contraste entre culturas. Cómo en función del lugar del mundo donde se de tu realidad y la persona con la que topes en el camino, marcará en gran medida cada experiencia. Pero como en todo, siempre hay luz tras las sombras y también se muestra la cara "B" de todo esto, y a través de Loba lo que se pretende es dar luz a esa realidad. Exponerla, visibilizarla. Hacernos conscientes de la importancia que tiene en nuestras vidas, seas hombre o seas mujer.
La cara y la cruz, dos realidades contrapuestas que una vez hayas visto la película te harán reflexionar. Porque quizá ahora tengas la opción de elegir, de decidir, de gritar, de exigir y, por qué no, de perdonarte. De perdonarte aquella experiencia que un día sentiste que te arrebataron, que te hizo sentir mal, que hoy aún duele, pero que te ha reportado un profundo aprendizaje aunque quizá aún no seas consciente de ello.
La cara y la cruz de los profesionales. Porque también los hay sensibles a este acto tan puro como es el nacimiento. Un acto sagrado que si te entregas a él, te hará aullar como una loba.
Tras el visionado de la película pudimos disfrutar de un agradable coloquio en el que intercambiamos impresiones sobre la situación actual del parto en España. Compartimos algunas de las sensaciones que el documental despertó en nosotras y todo ello con la compañía de Catherine y un grupo de mujeres que se acercaron hasta los cines para disfrutar de la proyección.
Veronica Saseta
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